El 50% de las causas por las cuales las impresoras suelen presentar problemas en su funcionamiento es por la falta de mantenimiento. Los expertos explican cómo mantener una impresora correctamente y qué hacer para limpiar la tinta seca de la máquina.

La falta de mantenimiento puede ocasionar varios problemas a las impresoras, explican los especialistas, como es el caso de la acumulación de tinta en el carro de impresión y en los cabezales, lo que puede dar lugar a un fallo en la detección de los cartuchos, pero también a un mal aprovechamiento de la tinta de los consumibles. De hecho, esta es una de las principales razones que afectan al rendimiento de los cartuchos. Los expertos aclaran que la falta de mantenimiento y la presencia de tinta seca puede dar paso a que los nuevos cartuchos manchen algunas partes de la impresora, como el eje del cabezal, pero también a que dejen de funcionar. Cuando las impresoras se utilizan con regularidad, el flujo de la tinta por el cabezal es el correcto, ahora bien, si los tiempos son muy largos resulta necesario realizar más limpiezas automáticas, lo cual consume una mayor cantidad de tinta e implica una pérdida de rendimiento del cartucho.

La importancia del mantenimiento

Limpiar los cabezales de una impresora es una operación necesaria, sobre todo cuando empiezan a presentar problemas y dejan de imprimir de repente. Y es que muchos modelos de impresoras con tinta de inyección detienen su funcionamiento cuando esto ocurre debido, en la mayoría de los casos, a que la tinta seca obstruye el cabezal. Por lo general, esto suele ocurrir cuando la máquina pasa mucho tiempo sin ser utilizada o cuando se encuentra instalada en un lugar expuesto a la luz solar y en un entorno cálido y seco. Para la empresa especializada en la fabricación y comercialización de cartuchos y tóneres de calidad compatibles A4Toner.com, la solución radica en llevar a cabo un correcto mantenimiento, aunque la prevención es determinante para evitar que esto ocurra. Recuerdan que existen dos tipos de impresoras en el mercado, las que tienen cabezales propios o las que utilizan cartuchos con cabezales de impresión. El mantenimiento de una u otra varía de manera considerable, por lo que es primordial averiguar qué tipo de impresora se tiene en cada caso, matizan.

Para proceder con la limpieza, declaran los especialistas, lo primero que hay que hacer es probar con el ciclo de limpieza automático de la impresora. En caso de que esto no surta efecto se deberá proceder a realizar una limpieza de los cabezales de manera manual, tanto de los cartuchos con cabezal, como de los cabezales propios de la impresora, dependiendo de cada caso.

Limpieza automática y lubricación de los cartuchos

La limpieza automática de la impresora tiene lugar cada vez que se apaga el dispositivo mediante el botón de encendido y apagado en el panel de control. El ciclo de limpieza de cabezales automáticos puede activarse desde el menú de la pantalla de la impresora o desde el software de control instalado en el ordenador —o smartphone—.

Con esta acción se fuerza a que salga cierta cantidad de tinta del cabezal y a que los disolventes que contiene el fluido disuelvan el atasco. Ahora bien, cuando se trata de un cartucho con cabezal los especialistas recomiendan aplicar unas gotas de producto lubricante multiusos sobre los mecanismos de movimiento y deslizamiento de los cartuchos, incluidos los sistemas de bloqueo. Recuerdan que estos cabezales también se limpian automáticamente a través del comando de la impresora, ahora bien, si sigue sin imprimir será necesario proceder a realizar otras acciones.

Cómo retirar la tinta seca de los cabezales

Cuando el paso anterior no funciona, explican los expertos, lo que se debe hacer es abrir la impresora, retirar los cartuchos de tinta y dejar al descubierto los cabezales que hay en el interior de la máquina. Después se debe proceder a la extracción de los mismos para poder limpiarlos correctamente. Los especialistas explican que no todas las impresoras cuentan con cabezales extraíbles, aunque suele ser lo más habitual —sobre todo, para poder reemplazarlos si fuera necesario—. Para proceder con la limpieza se debe hacer uso de un bastoncillo de algodón y bañarlo con alcohol. Este se debe frotar suavemente sobre la cabeza y con cuidado para evitar que se desprendan restos de pelusas.

Advierten que hay que tener cuidado con no humedecerlo de más para evitar que se mojen los circuitos internos y recomiendan repetir el proceso las veces que sea necesario hasta que el cabezal esté limpio y ya no quede tinta seca, incluso pueden utilizarse productos complementarios como limpiadores de contacto específicos. En cualquier caso, después de proceder con la limpieza recomiendan dejar secar los cabezales durante unas horas. Finalmente, señalan que es necesario ejecutar un ciclo de limpieza automático. En caso de que la impresora siga sin funcionar es posible que deban ser sustituidos por unos nuevos.

Pasos para limpiar los cabezales de un cartucho

Para limpiar los cabezales de un cartucho el proceso varía considerablemente con respecto al paso anterior. En este caso, declaran los profesionales, lo que se debe hacer es retirar los cartuchos de sus soportes y colocarlos boca abajo en un recipiente con agua tibia. Indican que el recipiente no debe estar cubierto por completo de agua ya que al sumergir el cartucho se estropearían los circuitos eléctricos y dejaría de funcionar —además, de escaparse el resto de la tinta contenida en el consumible—. Este debe cubrir unos pocos centímetros, lo suficiente para que la cabeza esté constantemente mojada, pero sin sobrepasarla.

Recomiendan dejar el cartucho en esta posición durante varias horas, de esta forma la tinta seca se disolverá y se desobstruirán los inyectores. Finalmente, cuando el agua haya disuelto la tinta habrá que secarlos correctamente antes de volver a colocarlos en la máquina. Los especialistas recomiendan que antes de imprimir con ellos se active igualmente un ciclo de limpieza automático de la máquina en el cual se libere una poca cantidad de tinta y después se proceda a la impresión.

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