Actualmente son 84 las especies de animales en peligro de extinción en Cataluña. La agricultura extensiva, el uso de productos fitosanitarios y la introducción de animales exóticos son algunas de las causas que contribuyen a la desaparición de nuestras especies autóctonas.
Encontramos especies de fauna salvaje amenazada entre mamíferos, aves, reptiles y peces. Desde el oso pardo hasta el esturión, los animales acusan la creciente presión humana y los problemas generados por el cambio climático. Estos son seis de los que están en peligro.
Ursus artctos u oso pardo
Es la especie de mamífero terrestre más amenazada del planeta. Tan crítica es la situación que se teme por su desaparición, a pesar de que cuenta con numerosos núcleos poblacionales. Pero estos se encuentran aislados y sin conexión entre ellos, lo que dificulta el proceso reproductivo.
A esto se añade el hecho de que el periodo de gestación es largo (12 meses) y que las crías permanecen hasta dos años con su madre. Esto contribuye a que el proceso reproductivo sea muy lento y la especie no pueda crecer rápidamente, ni siquiera en condiciones de protección.
Canis lupus signatus o lobo ibérico
El lobo común es la segunda especie más amenazada, ya que ha sido perseguido y exterminado por el hombre a lo largo de los siglos. El modo de alimentación de esta especie representa, en las zonas rurales, una amenaza para los medios de vida de sus habitantes. Y es que el lobo se alimenta de animales salvajes, como ciervos y jabalíes, pero también de gallinas, conejos y otros animales de granja. Esto lo ha convertido durante mucho tiempo en un enemigo natural de las zonas habitadas por el hombre.
Arvicola sapidus o rata de agua
Esta especie de rata sufre una regresión poblacional desde hace más de 20 años. Aunque su proceso reproductivo es rápido y eficaz, la competencia con otras especies invasoras está afectando gravemente a la especie. La rata de agua ha estado presente siempre en los cursos de agua, pero el desecamiento de humedales y la contaminación acuática hacen necesaria su protección para evitar que desaparezca.
Aphanius Iberas o fartet
El fartet es un pequeño pececillo que mide apenas cinco centímetros de longitud. Se distribuye únicamente por la costa mediterránea, tanto en hábitats de agua dulce como salada, y es fácil encontrarlos en charcas, canales de riego y lagunas.
Actualmente, está declarado en peligro de extinción debido a la drástica disminución de las poblaciones de la especie en los últimos años. Las causas hay que buscarlas en la degradación del entorno debido a pesticidas y fertilizantes. También está acusando la introducción de especies invasoras, como la gambusia y el fúndulo, con los que comparte alimento.
Iberolacerta aurelioi o lagartija pallaresa
Esta especie de lagartija habita la alta montaña catalana y presenta una adaptación ambiental sorprendente a la altitud elevada y las bajas temperaturas. La conocida como lagartija pallaresa está en este ranking debido a que las poblaciones existentes son muy pequeñas y se encuentran aisladas. Ello hace que su proceso reproductivo sea muy complicado.
Además, la destrucción del hábitat natural de la lagartija pallaresa ha aumentado considerablemente durante los últimos años, debido a la construcción de pistas de esquí y explotaciones forestales.
Plecotus macrobullaris u orejudo alpino
Por último, encontramos esta especie de murciélago que vive a grandes alturas, por encima de los 1.500 metros de altitud. Es muy beneficioso para el hombre, por el control que ejerce sobre las poblaciones de moscas, mosquitos y otros insectos. Son, además, indicadores naturales de la calidad medioambiental del entorno. Esta es, hoy, una especie protegida por la directiva de hábitats de la Unión Europea.