A la hora de hacer el cambio de armario, no hay que perder de vista los tejidos más calientes. Son los que permiten mantener el cuerpo en una temperatura agradable. Así, el frío no será un impedimento para llevar a cabo la rutina con total normalidad. Algunos de los tejidos más destacados son los siguientes:

Lana

La lana es uno de los principales tejidos para protegerse del frío. Los humanos ya lo utilizaron durante el Neolítico. De esta manera, no tenían que emigrar cuando bajaban las temperaturas. Es un gran aislante y aporta una gran comodidad. Otras de sus ventajas son su elasticidad y resistencia.

En la actualidad, en las tiendas de ropa se puede encontrar una gran oferta de prendas elaboradas solo de lana. Sin embargo, en algunas ocasiones, también se combina con otros materiales de tipo sintético, como el algodón o el poliéster. Las opciones de encontrar este tejido de origen animal son muy variadas. La cabra o la oveja, en sus distintas variedades, son algunas, pero también hay lana de llama.

Franela

La franela es el resultado de mezclar diferentes tipos de materiales como, por ejemplo, el algodón, la lana o el poliéster. Es realmente suave al tacto, y al mismo tiempo ofrece un ligero aislamiento al frío. Por este motivo, es altamente común encontrarla en prendas de ropa para andar por casa, como los pijamas o las sábanas de la cama.

Nailon

Cuando se habla de materiales sintéticos, uno de los principales es el nailon. Tiene una gran capacidad de transpiración, por lo que no suele retener el sudor ni el olor. Además, otra de sus características principales es que es realmente fino. Por esta razón, aunque también puede encontrarse en abrigos, lo habitual es que sirva para elaborar las camisetas térmicas.

Pana

Los tejidos de pana son otro de los clásicos para protegerte del frío. En líneas generales, la pana suele estar hecha de algodón, aunque en algunos casos también se elabora con lana. Es posible personalizar tanto el grosor como su suavidad, por lo que es ideal para días donde las temperaturas son muy bajas.

En líneas generales, este tejido se utiliza para fabricar pantalones. No obstante, tampoco es extraño encontrarse alguna chaqueta elaborada con este material.

Tejidos impermeables

La llegada del otoño y del invierno también puede venir acompañada de muchas lluvias en algunas partes de España. Por esta razón, hay que estar preparado con prendas de ropa que tengan tejidos impermeables. Algunos de los que no hay que perder de vista son los siguientes:

Poliuretano

Los chubasqueros son uno de los mejores remedios para salir a la calle cuando llueve. La mayoría de estas prendas de ropa están elaboradas con láminas de poliuretano. Una de las principales ventajas de este tipo de material es que transpira con facilidad y, sobre todo, cuenta con una gran vida útil. Asimismo, es suave, flexible y aporta una gran comodidad. No es un problema llevarlo para realizar cualquier tipo de actividad.

Poliéster

Otra de las opciones disponibles para protegerse de la lluvia es el uso de tejidos como poliéster recubierto de PVC. En su parte posterior tiene, además, una capa de cloruro de polivinilo. Pese a que por lo general es un material rígido, también incorpora partes más suaves en su interior.

Telas laminadas

Una de las principales alternativas al poliuretano para aprovechar tejidos impermeables es, sin duda, las telas laminadas. Aunque no son tan efectivas, sí son un material mucho más sostenible. Esto se debe a que, por un lado, está elaborado con tejidos naturales como el algodón o la popelina.

Generalmente, se utiliza para fabricar chubasqueros, pero también abrigos que protejan contra el frío. De la misma manera, es una opción para la ropa de esquí. Esta laminación se consigue mediante un proceso de adhesión de la capa que resiste al contacto con el agua al tejido.