El juez de Vielha (Valle de Arán) ha imputado tres delitos al exconsejero de Territorio del Consejo General de Arán, José Antonio Boya, y al agente de Medio Ambiente Aran Medán por la muerte del oso Cachou, que fue envenenado.
Concretamente, considera que hay indicios para encausarles por delitos contra el medio ambiente, revelación de secretos y prevaricación. Según la interlocutoria, los dos investigados actuaron juntos para localizar al animal e intoxicarlo con etilenglicol, una sustancia presente en el líquido anticongelante de los vehículos.
Son responsables de su muerte
Así pues, tal y como ha avanzado el diario Segre, cierra la fase de instrucción y da diez días a la fiscalía y a las acusaciones para que soliciten la apertura de juicio oral o el sobreseimiento del caso.
En la interlocutoria, a la que ha tenido acceso la agencia ACN, el juez ordena seguir las diligencias previas contra dos de los seis investigados porque considera que hay suficientes indicios, tanto documentales como testificales, para atribuirles la responsabilidad de la muerte de Cachou.
Según el documento, lo envenenaron días antes de su desaparición. En cambio, expulsa a los otros cuatro investigados por no haber participado.
Le tendieron una trampa
Los hechos se remontan al 9 de abril de 2021, cuando Cachou fue hallado muerto en el fondo de un barranco de 40 metros de profundidad en el Valle de Arán. Inicialmente, el Consejo General apuntó a que el plantígrado había muerto tras enfrentarse con otro oso y despeñarse montaña abajo. No obstante, un análisis de orina practicado durante la necropsia reveló que murió por consumo de líquido anticongelante. Lo bebió entre los días 25 y 26 de marzo y falleció dos semanas más tarde.
Detrás de su muerte están el que fue titular de Territorio el pasado mandato y que tenia responsabilidades en el programa de reintroducción del oso en el enclave pirenaico. También las tenía Aran Medán, agente rural del CGA, que habría facilitado los datos del GPS insertado en Cachou para tenderle una trampa y envenenarlo.
Destapó una banda criminal
La muerte del animal indignó a los ecologistas y a la población en general, pero también permitió destapar una banda criminal que traficaba con cocaína en el Vall d'Aran. Las escuchas telefónicas llevadas a cabo por los Mossos d'Esquadra para esclarecer la muerte del animal descubrieron las actividades de un grupo que comercializaba la droga.
Como consecuencia de la investigación, la policía detuvo a 12 personas en Castellón, Lleida y Vielha. La mayoría de arrestados eran de nacionalidad colombiana, aunque entre ellos también se encontraba el alcalde de la pedanía de Casau, Juan Berdié.