Los mejores biopics musicales de la historia

Los biopics musicales son un género en auge. Es cierto que el cine se soporta sobre el lanzamiento de estrenos constantes y esto implica la producción de obras de todo género.

Es una realidad, dentro de la crítica cinemátografica, que nunca llueve a gusto de todos. Hay biografías de artistas musicales que cuentan con el aplauso de los expertos, pero que son un fracaso en la taquilla. Igualmente, son innumerables los ejemplos de obras que recaudaron millones y que fueron despreciadas por los críticos.

1. El ocaso de una estrella (1972)

Al hablar de películas musicales es necesario referirse a este clásico. En primer lugar, porque fue un éxito indiscutible. En segundo lugar, porque sus recursos cinematográficos han marcado a obras posteriores, incluso a los nuevos documentales.

En El ocaso de una estrella, el director Sidney J. Furie transforma a Diana Ross en Billie Holiday. Cuenta la trayectoria vital de la estrella. Desde que la joven comienza trabajando en un burdel, donde sufre los más terribles abusos, hasta su conversión en la célebre cantante de jazz. Las biografías de los artistas son siempre interesantes, pero la de Holiday en particular.

2. Rocketman (2019)

De entre las más recientes biografías de artistas en el cine, Rocketman es un must. Dexter Fletcher, el director, cuenta la auténtica locura rock que vivió Elton John durante los 70. En los 121 minutos que se extiende el metraje, sucesivas escenas oníricas que alcanzan el surrealismo en algunos puntos transmiten una melancolía difícilmente descriptible.

Sin ninguna duda, este filme se aleja de los tópicos propios de las películas musicales. Trata de presentar una visión más humanista, pero sin olvidar las excentricidades propias del cantante británico.

3. Tina (1993)

La década de los 90 fue, en muchos aspectos, una época de oro para el cine. Esto incluye, por supuesto, a las obras dedicadas a plasmar la biografía de artistas musicales. En Tina, Brian Gibson realiza un retrato profundo del matrimonio entre Tina e Ike Turner. El filme se centra en la transformación de la pareja desde una relación idílica hasta una totalmente abusiva, todo fruto de la envidia de Ike frente al éxito de su esposa. Tan interesante es esta historia que recientemente se ha estrenado un remake de Netflix en forma de documental.

4. Control (2007)

Anton Corbijn, con Control, dio lugar a una de las películas musicales más controvertidas de todos los tiempos. Muestra cómo una estrella del rock como Ian Curtis, de Joy Division, no se deja abrumar por el sexo y las drogas que acompañaron a su éxito. Todo lo contrario, este joven extremadamente sensible se sume en un cúmulo de dudas existenciales que le llevan a una nostalgia irrefrenable. Filmada en blanco y negro, sobrecoge a cualquiera que le dé una oportunidad.

5. Straight Outta Compton (2015)

No todos los biopics musicales se centran en géneros como el rock o el pop. Straight Outta Compton es el claro ejemplo de cómo un filme basado en el hip hop puede destacar de entre el resto de las películas musicales.



El director, F. Gary Gray, toma las vidas de las estrellas estadounidenses Eazy-E, Ice Cube y Dr. Dre y muestra cómo consiguieron llevar el foco musical internacional al rap gangsta. Brutalidad policial, desigualdad, pobreza y violencia, mucha violencia. Esos son los ingredientes que estos artistas tomaron para crear su música, y son también los puntos clave de una de las más afamadas películas musicales .

6. Elvis (2022)

Películas como Elvis son las que están permitiendo la progresiva recuperación del cine tras la pandemia. Por eso es posible considerarlo ya uno de los biopics musicales más destacados de todos los tiempos.

El director, Baz Luhrmann, plasma en 2 horas y 39 minutos el estrellato de Elvis Presley, capaz de incendiar toda la industria de la música de su tiempo. Es una obra transgresora, tanto como el propio rey del rock. Asistir a ella supone ser testigo de un auténtico viaje psicodélico en el que, como en la vida de Elvis, se mezcla lo real con lo fantástico. Un claro ejemplo de que los biopics musicales pueden salirse del clásico esquema biográfico.