Los Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal que cometía robos con fuerza en casas de urbanizaciones del Moianès, Vallés occidental y oriental. La operación ha concluido con tres detenidos.
La investigación se inició el 16 de agosto cuando, pasadas las diez de la noche, unos ladrones accedieron a una vivienda del municipio de Moià forzando la persiana de una ventana. A partir de este robo, y gracias a la información de los vecinos, los agentes comenzaron a indagar sobre esta batería de ladrones.
Urbanizaciones aisladas
Según explica la policía autonómica en un comunicado, rápidamente pudieron comprobar que el coche estaba a nombre de una persona que no tenía vinculación con actividades delictivas. Es decir, era robado. Las investigaciones policiales han demostrado que el grupo estaba especializado en robos con fuerza en domicilios, con el mismo modus operandi: seleccionaban casas en urbanizaciones aisladas, pero con rutas de huida hacia vías rápidas que no dispusieran de elementos de seguridad o que tuviesen puertas o ventanas vulnerables para acceder al interior.
Uno de los ladrones --que hacía las tareas de conductor y de vigilancia-- se quedaba en el coche mientras que, los otros dos, entraban al domicilio. Tenían habilidad para escalar hasta las ventanas o moverse discretamente por el jardín de la casa hasta la puerta más vulnerable. Entonces, la rompían y accedían para sustraer dinero en metálico, joyas o dispositivos electrónicos que, posteriormente, vendían en el mercado negro.
Dinero en metálico y joyas
Los Mossos d'Esquadra relacionan el grupo con, al menos, cinco robos en las localidades de Moià, tres en Palau Solità de Plegamans y Sant Cugat del Vallès. Se llevaron 1.500 euros en metálico y varias sortijas.
El 28 de septiembre se llevó a cabo un dispositivo judicial para localizar a los tres investigados que finalizó en Cardedeu con su detención. En el interior del vehículo los agentes encontraron varios elementos como guantes y destornilladores de grandes dimensiones, entre otras cosas.
Al día siguiente los agentes registraron los domicilios y corroboraron que los sospechosos no tenían ninguna actividad profesional o laboral ni ingresos de ningún tipo. El día 1 de octubre pasaron a disposición judicial y el juez decretó prisión provisional para los tres.