La ropa de segunda mano es una gran aliada para mejorar la sostenibilidad y cuidar el medioambiente. Cada año se tiran más de 92 millones de toneladas de ropa en el mundo, por lo que la opción más sostenible es utilizar prendas que ya existen.
Algunas marcas han creado líneas de moda sostenible. Sin embargo, en la mayoría de casos son colecciones cuyo impacto en el entorno natural es muy similar al de las líneas tradicionales. En este sentido, forman parte del mismo modelo de negocio, pues se basan en la mano de obra barata y en el consumismo.
Las claves para comprar ropa de segunda mano
Si se investiga un poco sobre las últimas tendencias en el mundo de la moda, es posible encontrar prendas de segunda mano que se adecúan a las corrientes de estilo actuales. La moda es cíclica, y los pantalones campana son uno de los ejemplos más representativos. Después de marcar una época en los años 70, ahora vuelven a ser tendencia.
Tejidos
Para realizar compras inteligentes, resulta esencial fijarse en los tejidos. Las fibras naturales son mejores que las sintéticas, ya que estas últimas desprenden microplásticos que acaban en los mares y océanos. Por el contrario, las fibras de origen natural son un recurso renovable. Además, el proceso de cosecha y producción requiere una menor cantidad de agua y energía, y genera menos cantidad de CO₂.
Existen fibras naturales de origen vegetal, como el lino y el algodón, y de origen animal, como la lana y la seda. El lino es muy parecido al algodón, pero más fuerte y resistente. Por su parte, la lana es elástica y suave, y se utiliza en invierno por su gran poder calorífico.
Prendas
Existen muchas piezas de ropa vintage que son una gran inversión. Por ejemplo, los expertos indican que las camisas blancas son una de las mejores compras en este sentido. Aunque muchas de ellas estén elaboradas con fibra sintética, el poliéster antiguo aguanta muchos más lavados que el actual. Además, las camisas blancas de hace varias décadas no se amarillean.
Tallas
Cuando se trata de ropa de segunda mano, descartar una prenda porque no queda como un guante no es una buena opción. La ropa se puede modificar fácilmente para ajustarla a la forma del cuerpo, y existen muchas opciones para hacerlo. Una buena modista puede, por ejemplo, subir el bajo del pantalón o ajustar la cintura del vestido.
Novedades
Una de las claves para encontrar las mejores prendas vintage es visitar las tiendas de ropa de segunda mano cada cierto tiempo. Buscar una prenda muy concreta es complicado, así que la mejor estrategia es ir sin ninguna expectativa y dejarse sorprender.
Precios
Saber si el precio de una prenda de segunda mano es justo no resulta sencillo, pero con una serie de recomendaciones básicas es posible saber si es de buena calidad. Los profesionales fijan el precio en función de varios factores: exclusividad, material, fecha de confección, marca y estado de conservación.
Tiendas online
En la actualidad, hay un gran número de aplicaciones para comprar todo tipo de artículos de segunda mano. Cada app se gestiona de una forma concreta; algunas son tiendas en línea, mientras que otras consisten en la compraventa entre particulares.
Comprar prendas de segunda mano online siempre es una alternativa más sostenible que adquirir ropa nueva. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el transporte también contamina. Por este motivo, lo más recomendable es elegir tiendas vintage locales. Además, de esta manera se fomenta el pequeño comercio.
Cuidado de las prendas 'vintage'
En la gran mayoría de tiendas de segunda mano, todas las prendas que venden ya están lavadas, a diferencia de la ropa nueva, que todavía tiene una gran cantidad de sustancias químicas y siempre hay que lavarla antes de usarla. Sin embargo, hay prendas que sí conviene lavar, por ejemplo, una limpieza en seco hace que un abrigo quede perfecto.
Una de las ventajas más destacadas de comprar ropa vintage es que ya se conoce la forma en la que se comportará en el futuro. No hay que esperar con expectación a si al jersey de lana le saldrán bolitas o el pantalón de lino se arrugará demasiado.
Aun así, para que luzca impecable, hay algunos cuidados extra muy aconsejables. Antes de lavar la ropa en la lavadora, hay que leer las etiquetas con detalle. Por otro lado, siempre que sea posible, es mejor no utilizar la secadora.
En cualquier caso, al comprar ropa de segunda mano hay que valorar bien cada opción y apostar siempre por la sostenibilidad.