Mossos d’Esquadra ha anunciado la apertura de una investigación interna sobre el escándalo de un grupo de agentes fuera de servicio la noche del pasado sábado en el Raval. Un vecino de este barrio de Barcelona les grabó y acusó de haber robado dos patinetes, lanzar amenazas a los que les afearon su conducta y orinar en la puerta de una vivienda de la zona.
La Dirección General de la Policía catalana ha tomado cartas en el asunto. El vídeo, que se ha hecho viral en redes sociales, muestra a media docena de personas que van por la calle Roig del Raval, en Ciutat Vella. Según los vecinos, dos de ellos eran mossos.
Actuación de los vecinos
Además de los gritos, uno de ellos saca una porra extensible con la que se encara a una persona en la calle y otro da golpes a las puertas del vecindario. Los residentes lanzaron agua desde sus balcones para intentar que abandonaran la estrecha calle del centro de la ciudad y les insultaron. La persona que colgó el documento audiovisual, asegura que rompieron una puerta de uno de los bloques a patadas.
La instrucción del expediente interno puede acarrear consecuencias para los protagonistas del altercado. Tal y como mantienen los vecinos, su comportamiento no fue ejemplar y exigen una reparación. En cuanto a los Mossos, más allá de investigar qué ha ocurrido en el barrio han avanzado que no hubo ningún robo, sino que los patinetes se requisaron a personas que realizaban actividades delictivas en la zona.
Convivencia en el barrio deteriorada
Todo ello ocurre en un momento en el que la convivencia en el barrio del Raval de Barcelona se ha deteriorado. La proliferación de narcopisos por el auge de la heroína en toda Europa, una droga cuya presencia era mínima y que ha proliferado en los últimos años, ha llevado a los vecinos de toda la vida al límite. Denuncian una mayor inseguridad, con peleas y robos constantes, y que han regresado las jeringuillas en el suelo de sus calles a unos niveles que no se veían desde los años ochenta.
El malestar ha sido notorio y se han dirigido en varias ocasiones al gobierno municipal. A siete meses de las elecciones locales, la realidad del barrio será uno de los temas a debate en la capital catalana.