Una joven ha denunciado acoso salvaje en la Universidad de Vic por parte de un grupo de inscritos en el centro. La estudiante, de 19 años, ha alertado a una oenegé que los siete chicos la cercan con bullying desde que arrancó el curso escolar este año.
Lo ha avanzado La Vanguardia, que precisa que el caso lo tutela la asociación No Acoso Escolar NACE, que se encarga de las labores de acompañamientos de la chica. Por su parte, la UVic ha anunciado que ha tomado medidas, aunque sin acudir a la justicia.
Insultos, amenazas y una agresión
Según la versión de la víctima, el grupo de jóvenes se ha cebado con ella por medio de insultos como eres la mayor puta de Francia, agresiones físicas --sostiene que quedó inconsciente tras un golpe en la cabeza--, atentados contra su intimidad o la intimidación con una navaja por parte de una de las parejas de los presuntos agresores.
Denuncia que los atacantes han hecho correr un vídeo en el ella aparece en ropa interior en una clase de Fisioterapia. También detalla que algunos de los episodios han tenido lugar en una residencia estudiantil cercana al centro universitario.
La universidad activa el protocolo
Los hechos han sido puestos en conocimiento de los Mossos d'Esquadra, confirma NACE. Mientras, la joven ha sufrido una "gran angustia" hasta el punto de tener "ideas suicidas", según la organización civil que la apoya.
A su vez, la Universidad de Vic ha activado el protocolo de bullying por primera vez en la historia del centro. Los responsables del campus de enseñanza superior explican que "acompañan" a la víctima e incluso le han pagado un hotel para alejarla de los presuntos atacantes.
Alejados
Asimismo, ha separado físicamente a las dos partes de este conflicto de intimidación tras someterlas a una mediación. La UVic asignó a los siete estudiantes señalados como atacantes horarios lectivos de mañana, mientras la chica comenzó en horario de tarde. Este curso, no obstante, vuelven a coincidir.
Aunque por ahora no existe ninguna resolución judicial sobre el asunto, desde NACE exigen una implicación más directa de la universidad para evitar que se repitan los episodios violentos. "Pueden hacer mucho más", ha sentenciado Carmen Cabestany, presidenta de la asociación.