La escuela a la que asiste Abril, una menor de seis años con TEA, a la que el Ayuntamiento de Barcelona ha dejado sin piscina por falta de monitores / GOOGLE STREET VIEW

La escuela a la que asiste Abril, una menor de seis años con TEA, a la que el Ayuntamiento de Barcelona ha dejado sin piscina por falta de monitores / GOOGLE STREET VIEW

Vida

El Ayuntamiento de Barcelona deja a una niña con TEA sin clases de piscina por falta de monitores

La escuela y los padres solicitan que su cuidadora pueda entrar con ella al agua para evitar que se quede sola en el aula mientras sus amigos aprenden a nadar

6 octubre, 2022 00:00

Este martes estaba previsto que los alumnos de primero de primaria del grupo de La Llibertat de la escuela Teixidores del barrio de Gràcia de Barcelona disfrutaran de una hora de piscina, una actividad semanal que ofrece el Ayuntamiento de Barcelona a todos los colegios de la ciudad. Todo marchaba según lo previsto hasta que el lunes, un día antes de la actividad, desde el consistorio se pusieron en contacto con los padres de Abril, una de las alumnas, para expresarles que su hija no podría asistir a la actividad por carecer de monitores para ella.

Abril, de 6 años y con un trastorno del espectro autista, llevaba todo el fin de semana preparándose para el gran día. “Le encanta la piscina y le hacía mucha ilusión”, expresa Marcos, su padre. Por eso, su familia estuvo durante varios días explicándole, mediante imágenes y vídeos, que tendría que ponerse un gorro de natación y unas gafas de buceo para el gran día. Todos los esfuerzos fueron en vano, porque Abril tuvo que quedarse en clase. Pero no lo hizo sola. Estuvo arropada por todos sus compañeros.

Los compañeros se plantan

“Cuando me comunicaron que no habría monitor el martes lo comuniqué en el grupo de padres de whatsapp”, recuerda el padre de la menor afectada. Su sorpresa fue que una de las madres le trasladó que su hija tampoco quería ir ya a la piscina por considerar “injusta” la situación de su amiga. Otro de los niños hizo un dibujo como forma de protesta en el que escribió: “Si Abril no se baña, yo tampoco”. En definitiva, entre los alumnos del grupo La Llibertat germinó un sentimiento de solidaridad con su compañera y el martes le comunicaron a su tutora que no irían al primer día de piscina y que permanecerían con ella en la clase.

A pesar de que la familia de la menor valora enormemente el gesto de los menores, son conscientes de que los niños tienen derecho a disfrutar de la actividad. Temen que el próximo martes la situación se repita y que, esa vez, Abril se quede sola en el aula. “Será un palo muy gordo para ella. Se dará cuenta de lo que ha sucedido”, anticipa su padre.

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No hay monitor

La cuestión reside en que Abril necesita de la asistencia de una cuidadora, que por una cuestión del seguro, puede acompañarla hasta el vestuario, pero no puede entrar al agua con ella. Este problema a priori estaba resuelto, dado que en el marco del programa Barcelona Esport Inclou, promovido por el Ayuntamiento de Barcelona, el Institut Barcelona Esport y el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona se comprometen a poner a disposición de los menores con necesidades a un monitor. Aunque este no podría acceder al vestuario, acompañaría a Abril durante las sesiones de natación dentro de la piscina, supliendo las funciones que su cuidadora no puede hacer.

Sin embargo, con menos de 24 horas de antelación, el consistorio se ha echado atrás. Desde la dirección del Instituto de Deportes de Barcelona se escudan en que “debido a la demanda de solicitudes” en la actualidad no pueden ofrecer a un monitor. “Estamos trabajando lo más rápido posible, pero, desafortunadamente, en algunos de los casos no podemos confirmar la asistencia de la persona de apoyo”, reza el texto remitido a los padres.

“Falta de previsión”

La solución que ofrecen por el momento es contactar con asociaciones externas que cuentan con sus propios monitores, una gestión que podría demorarse varios días. “Es una falta de previsión absoluta”, denuncia el padre de Abril, que asegura que la Administración conoce las cifras de menores con necesidades. “Hemos contactado también con inspección, que analizará si hay más niños en la misma situación que mi hija”, lamenta.

Mientras tanto, los padres de los compañeros de Abril y la escuela siguen en pie de guerra y exigen que la cuidadora pueda acompañarla, dado que es la persona que mejor conoce a la menor. Ya han movido cielo y tierra para que la niña pueda disfrutar, como el resto, de sus clases de piscina y anuncian que lo seguirán haciendo. “Es una escuela combativa, que lucha, no se quedarán callados”, expresa Marcos, que espera que la situación se resuelva cuanto antes para que Abril no se entere de la injusticia cometida.