Los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional, con la participación de Europol, han desmantelado el mayor laboratorio de billetes falsos de 500 de la última década en la que ha sido bautizada como Operación Sentinel.
La investigación se inició a mediados de 2021 cuando los Mossos d’Esquadra, junto a los agentes de la Brigada de Investigación del Banco de España adscritos a la Comisaría General de la Policía Judicial (UDEF) de la Policía Nacional, detectaron múltiples billetes falsos en circulación en diversos puntos del territorio nacional.
Billetes falsos por todo el país
Por un lado, la Brigada de Investigación del Banco de España, tuvo en conocimiento de la circulación de estos billetes falsos por todo el país. Además, pudo identificar al principal sospechoso de estos hechos, que ya había sido detenido en el año 2009 por el mismo delito. Los billetes detectados, de una altísima calidad, eran muy similares a los que ya se le habían intervenido, por lo que los agentes tenían constancia de que este sujeto tenía un gran conocimiento de estas técnicas gráficas.
En paralelo, en agosto de 2021, los Mossos d’Esquadra de la Unidad Central de Falsificación de Moneda localizaron una bolsa que contenía cuatro millones de euros en billetes falsos de 500 en una localidad de Barcelona. Una vez realizado el correspondiente informe pericial, ambos cuerpos llegaron a la conclusión de que se trataba de la misma falsificación.
Laboratorio en Picassent
Una de las primeras gestiones realizadas fue remitir los billetes confiscados en Barcelona a la policía científica, que concluyó que habían pasado por las manos de cinco personas, todas del entorno del sospechoso que la Policía Nacional había identificado.
A través de la inteligencia policial, los investigadores concluyeron que este delincuente detenido en 2009 y las otras cinca personas se conocieron en la prisión de Picassent. Tras abandonar la cárcel, el cabecilla alquiló una nave industrial en la provincia de Valencia donde, junto al resto del grupo, montó el laboratorio de fabricación de billetes falsos.
Más de ocho millones de euros
Para ello se hicieron con maquinaria profesional y, durante tres meses, imprimieron sin descanso billetes de 500 euros. Cada uno de los investigados se dedicaba a unas tareas muy concretas: mientras que unos limpiaban las máquinas, otros se encargaban de comprar el papel o de la elaboración de las planchas.
Estos billetes eran puestos en circulación mediante la compra de drogas. Los investigadores calculan que los falsificadores imprimieron más de ocho millones de euros durante este corto periodo de tiempo.
Proyecto de expansión
El principal investigado vivía con su familia en una urbanización de lujo en la costa de Alicante, donde se instaló tras salir de prisión pese a que no tenía actividad laboral conocida. Además, los agentes pudieron comprobar que tomaba muchas medidas de contravigilancia durante todo el día.
Además, los investigadores pudieron constatar que el sospechoso había realizado varios viajes a China para la adquisición de máquinas y material que posteriormente era utilizado en las falsificaciones. La especialización del laboratorio llegó a ser tan grande que los miembros del grupo criminal se plantearon expandir el negocio montando una segunda fábrica en Brasil para falsificar reales brasileños y dólares y otra en Francia en la que producir euros de otros valores faciales.
Seis, en la cárcel
La investigación, tutelada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Sant Feliu de Llobregat culminó con la detención de 11 personas. El día 21 de septiembre, de manera simultánea, los tres cuerpos efectuaron un operativo de más de 100 agentes en Valencia, Alicante, Barcelona y Málaga, donde se registraron seis domicilios, dos naves industriales y una caravana.
Seis de los 11 detenidos pasaron a disposición judicial acusados de un delito de falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal y el juez decretó el ingreso en prisión para todos ellos. El resto, tras comparecer ante el juez, quedaron en libertad con cargos.