Un partido amistoso de fútbol de categoría infantil celebrado el pasado domingo en Sant Vicenç de Castellet (Barcelona) entre el equipo local y la Pirinaica de Manresa tuvo que ser suspendido después de la actitud racista de parte de la afición, que se mofó de un jugador negro, dedicándole gestos y sonidos propios del mono.

El entrenador de la Pirinaica, Carles Rusca, tomó la decisión de abandonar el campo, según ha explicado este martes en declaraciones a RAC1. En un primer momento, el árbitro del encuentro no entendió por qué dejaban el césped aunque, finalmente, reflejó los insultos racistas en el acta. "Le dije que lo hiciera constar en acta y me dijo que en principio pondría que dejábamos el campo porque yo quería (...) y a última hora puso que se habían producido insultos racistas", ha lamentado.

El FC Sant Vicenç condena los hechos y anuncia “firmeza” con los autores de los insultos

La directiva del FC Sant Vicenç, el equipo local, ha condenado los hechos a través de un comunicado en el que puntualiza que los insultos fueron perpetrados por "un grupo de jóvenes entre 11 y 14 años" todavía sin identificar. "Estamos recopilando la máxima información posible y poniéndonos en contacto tanto con los equipos participantes, como las personas presentes en el partido y analizando cualquier acto discriminatorio, racista, xenófobo y/o intolerante", ha advertido la entidad.



Una vez "recibida y analizada" toda la información sobre los autores de los insultos se "actuará con firmeza y en consecuencia, adoptando las medidas necesarias".