El Ministerio de Transportes y el Servei Català de Trànsit (Sct) de la Generalitat ya están negociando las restricciones en los tramos de la AP-7. La intención es reducir la velocidad de 120 a 100 kilómetros por hora con tal de reducir la siniestralidad y las colas kilométricas provocadas por los accidentes.
En una reunión que se produjo la semana pasada, la Generalitat propuso limitar la velocidad en diez tramos, pero el Ministerio quiere ser todavía más restrictivo.
Mejora de las conexiones
Según ha avanzado El Món a Rac1, desde Trànsit aseguran que sólo se necesita concretar el número de tramos y encontrar un equilibrio. "Tampoco podemos convertir la autopista en un puzle", ha manifestado el director de la institución, Ramon Lamiel, quien reconoce que tiene prisa por poner en marcha la medida que afectaría a varios trechos de la AP-7 de norte a sud.
Además, están trabajando en la concreción de una decena de enlaces nuevos en esa autopista y en la mejora de las conexiones críticas que favorecen las retenciones. Cabe destacar que, desde la retirada de los peajes, la AP-7 ha sufrido un aumento de un 40% del tráfico.