El acusado de dejar morir a su mujer enferma en Manresa en 2018 --para el que la fiscalía solicita 13 años de prisión por delito de homicidio o, alternativamente cinco años por presunto homicidio por imprudencia grave y una multa de 1.800 euros por omisión del deber de socorro-- ha declarado que fue ella quien no dejó que entrara nadie en casa para asistirla.
Este lunes el acusado ha declarado ante el jurado popular en la Audiencia de Barcelona que la fallecida no quería ir al hospital porque como era médico cuidaba de sí misma. “Yo quería que fuera, pero ella no quería ir de ninguna manera y se enfadaba si le decía de ir”, ha expresado.
No dejaba entrar a nadie
Los testigos han apoyado la versión del acusado que ha argumentado que su esposa “no dejaba entrar a nadie en casa, decía que no tenían por qué entrar, además de que la casa hacía mal olor y le daba vergüenza”.
El marido de la fallecida ha dicho que la casa estaba en un estado deplorable porque ambos se habían abandonado. “Yo quería limpiar la casa, pero me cansaba. Estaba impotente, como colapsado”. Por este motivo, los Servicios Sociales llegaron a reunirse con el matrimonio hasta en tres ocasiones, aunque sin conseguir entrar en la casa.
“No quería ser tratada”
En diciembre de 2018 la salud de la mujer empeoró notablemente y el marido decidió llamar a los servicios médicos. Según su versión, su esposa se enfadó con él y se sintió traicionada, pero él decidió llamar igualmente a emergencias porque “antes iba la vida que la vergüenza”, según ha recogido Europa Press.
La mujer ingresó en urgencias en estado muy grave, donde acabó muriendo de un shock séptico causado por múltiples úlceras y llagas infectadas por todo el cuerpo, además de una importante pérdida de tejidos y larvas en el cabello. La médico que la atendió, que ha declarado este lunes, ha apoyado la versión del acusado asegurando que ella no quería ser asistida. “Nunca había visto a ningún paciente en ese estado. Se negaba a que la tratáramos”, ha expresado.
“No creo que fuese médico”
Este extremo lo ha corroborado también un pastor evangelista, que ha recordado que años atrás, cuando la mujer se encontraban mal, intentó visitarla pero ella se negó. Finalmente, cuando accedió al domicilio, se encontró con una escena dantesca. “Tardamos dos días en limpiarla. Todo estaba sucio. Era muy desagradable incluso para la mirada"
Sobre el hecho de que no se dejó atender porque ella era sanitaria, el hermano de la fallecida ha expresado que era una mujer “especial” y que aunque ella decía que era médico él nunca se creyó su versión. “Nunca vi ningún título ni nada. Con la mano en el corazón, yo no creo que lo fuera, eso se lo decía a mi madre para que estuviera tranquila”.