El calor extremo vuelve a desesperar a familias, profesores y alumnos. La vuelta a las aulas antes de tiempo ha propiciado nuevas quejas hacia el conseller Josep Gonzàlez-Cambray por las altas temperaturas en los centros educativos que superan, incluso, los 40 grados. Una situación que desde los sindicatos ven "insostenible". "Las aulas parecen saunas", lamentan.
En declaraciones a Crónica Global, los docentes reprochan a la Conselleria de Educación que no haya tomado ninguna medida para "climatizar los centros", teniendo en cuenta que el problema se viene arrastrando desde hace tiempo. Las escuelas sólo llevan unos días abiertas y ya han tenido algún susto. Uno de ellos sucedió en el Instituto Coster de la Torre, en La Bisbal del Penedès (Tarragona), cuando un alumno de tercero de la ESO sufrió un golpe de calor.
Aprovechar los fondos europeos
Los sindicatos reconocen que acabar con este problema supondría una inversión económica importante, pero "perfectamente asumible" si el Govern aprovechase los fondos Next Generation. En este sentido, el portavoz de UGT, Jesús Martín, tilda de ignorante la actitud del conseller. "Es una problema de ignorancia, porque justamente lo que es sostenible es tener una política energética eficiente, sostenida con energías verdes", manifiesta.
También desde CCOO pidieron que el Departamento "destinase dinero de los fondos europeos a la climatización de los centros", que no pueden soportar el calor. "La mayoría de colegios tiene aulas con ventanas grandes, sin persianas, toldos ni ningún mecanismo de refrigeración", añade la portavoz de Ustec, Iolanda Segura. Según explican a este medio, son las propias Asociaciones de Familias de Alumnos (Afa) las que asumen el coste de material para los estudiantes. En este caso de ventiladores, aunque después del confinamiento por Covid fueron muchos padres los que recaudaron dinero para comprar purificadores de aire. Pero lo ven "injusto": "¿Qué ocurre con los centros que tienen familias más desfavorecidas?", se pregunta Marga Romartínez, responsable de pública no universitaria de CCOO de Cataluña.
Ante esta situación, proponen que el Ejecutivo autonómico implemente un plan para climatizar los centros utilizando bombas de calor alimentadas por energía aerotérmica y a través de placas fotovoltaicas en los tejados, creando una red energética de centros públicos.
Unas recomendaciones "insuficientes"
Por su parte, los consejos de la Conselleria a los colegios son "insuficientes" para afrontar las olas de calor: beber agua, evitar el sol, llevar gorra, aplicarse crema solar, bajar las persianas, incrementar la ventilación natural y utilizar espacios de sombra en el patio son algunos de ellos. Unas recomendaciones que excluyen la suspensión de las clases y que, según los docentes, no tienen en cuenta la realidad que se vive.
Asimismo, la parte social insiste en que el avance del calendario escolar no es una buena idea teniendo en cuenta la climatología. "Avanzar el curso sabiendo que a principios de septiembre tenemos unas temperaturas altas no tiene sentido". Mucho menos cuando los niños, en esas condiciones, "no podrán seguir las clases con normalidad y el proceso de aprendizaje se complica mucho", añade Jesús Orellana, responsable de educación pública de UGT en Baix Llobregat.
Por ello, exigen al Govern que tome medidas para cumplir la normativa --que establece que los espacios interiores no pueden superar los 27 grados-- si quieren consolidar el inicio del curso al 5 de septiembre.