La sombra de un nuevo conflicto laboral marca la vuelta al cole de 1,5 millones de alumnos catalanes de primaria este lunes. Lo harán una semana antes de lo habitual y es precisamente este calendario el que ha disparado de nuevo las alarmas de los sindicatos del sector.
El Govern y la parte social firmaron la paz in extremis la semana pasada, pero los representantes de los trabajadores ya dejaron claro que se trataba de una tregua y exigieron que Educación respetara los mínimos de la negociación colectiva al tomar decisiones en el futuro. Y el consejero, Josep Gonzàlez-Cambray (ERC), ha vuelto a pisar terreno pantanoso este domingo.
Calendario escolar
El republicano ha dado por sentado en una entrevista en Catalunya Ràdio que el avance del regreso a las aulas será lo normal en los próximos años, una cuestión pendiente de cerrar en la mesa de negociación.
“Si entendemos que es una buena medida para el alumnado, lo seguiremos implementando”, ha asegurado el consejero. Ha vinculado esta decisión a “una evaluación” de cómo se ha aplicado y cómo ha respondido el alumnado, pero ha dado por sentado que todas las partes implicadas en ello van a defender la idoneidad de la medida.
¿Improvisación para cerrar plantillas?
En ningún momento ha hecho mención de la necesidad de una negociación laboral, ya que implica cambiar la organización interna de los centros. El departamento asegura que se ha dado el tiempo suficiente para adaptarse al nuevo calendario, pero los docentes han denunciado improvisación.
Especialmente en los casos de bajas o de renuncia de plaza. Algunos profesores han sido contratados a última hora y no sabrán hasta este lunes, el mismo día de la vuelta al cole, qué materias deberán impartir y en qué cursos.
Empleo a 75.000 docentes
La consejería se ha defendido al recordar que da empleo a 75.000 personas y que ante una masa laboral de este tamaño siempre existen contratiempos. Con todo, dan por sentado que el curso se iniciará con total normalidad y que en cuestión de días se recuperará la plena normalidad.
Los alumnos de ESO, Bachillerato y FP regresarán a las aulas el miércoles 7 de septiembre y los más pequeños, los que van a guarderías públicas, el próximo lunes 12 de septiembre como era habitual.
Conciliación laboral
Según Cambray, el nuevo calendario escolar es necesario para el “alumnado vulnerable” con familias que no se pueden sufragar los gastos de los casales de septiembre. Asegura que pedagógicamente es mejor acotar la desconexión del verano y que es una medida a favor de la conciliación laboral de las familias, hecho que traslada a la escuela esta responsabilidad.
Los docentes reiteran que cualquier cambio en este sentido --como el incipiente debate de recuperar la sexta hora lectiva en la pública-- se debe dar con concertación social. Recuerdan que no son solo cambios sobre el papel, que requieren de recursos que van más allá de los humanos, que también son necesarios. Entre otros, señalan que es insostenible tanto para los alumnos como para los profesores dar clase a 40 grados dentro de un aula.
Exigen un debate amplio y acabar con las decisiones unilaterales que marcaron el conflicto escolar en el curso 2021-2022.