Un medicamento desarrollado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y la compañía farmacéutica Ferrer ha conseguido reducir un 33% la mortalidad cardiovascular tras un infarto. Se trata de una polipíldora que ha sido testada en un estudio aleatorio con 2.499 pacientes de siete países europeos que habían sufrido un infarto.
La polipíldora está compuesta por aspirina, atorvastatina --un medicamento que se emplea para disminuir los niveles de colesterol en sangre-- y rampipir, un compuesto que se utiliza para tratar la presión arterial y la insuficiencia cardíaca. El estudio 'SECURE', coordinado por el CNIC, prueba que este fármaco combinado es eficaz en la prevención de eventos cardiovasculares tras un ataque al corazón.
Resultados concluyentes
Tras un seguimiento de tres años, los resultados fueron concluyentes. El riesgo de sufrir un evento cardiovascular se redujo en un 24% de los pacientes que recibieron la polipíldora frente a los que continuaron tomando el tratamiento por separado de forma habitual. Los efectos del medicamento fueron especialmente buenos en la incidencia de muerte cardiovascular, que se redujo en un 33%.
El investigador principal del estudio y director general del CNIC, Valentín Fuster, asegura que los resultados del estudio "revelan, por primera vez, que la polipíldora logra reducciones clínicamente relevantes en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio". Para el investigador, estos resultados sugieren que la polipíldora podría convertirse en una parte integral de las estrategias para prevenir eventos cardiovasculares en pacientes que han sufrido un infarto.
Aúna tres tratamientos basales
El director científico de la Fundación de Investigación HM Hospitales y primer autor de la publicación, José María Castellano, apunta que la polipíldora, "por ser una estrategia muy sencilla que aúna tres de los tratamientos basales en este tipo de pacientes, ha demostrado su valor ya que el aumento de la adherencia implica que los pacientes están siendo mejor tratados y, gracias a ello, tienen un menor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares”.
Los detalles del estudio se han compartido este viernes en el Congreso Europeo de Cardiología (ESC 2022) que se celebra en Barcelona y se han publicado en la revista 'The New England Journal of Medicine'.