El Consejo de Ministros ha declarado zonas catastróficas en 15 de las Comunidades Autónomas --todas menos Asturias y Cantabria-- por los 120 incendios registrados en lo que va de año, que han arrasado más de 200.000 hectáreas de terreno, han calcinado decenas de casas y han acabado con la vida de tres personas. Una de estas zonas es la del Pont de Vilomara y Manresa, donde las llamas quemaron más de 1.700 hectáreas y afectaron a unas 50 viviendas.
El hecho de que el Gobierno de España haya reconocido estas zonas como gravemente afectadas abre la vía a que las víctimas puedan recibir ayudas económicas. Isabel Fernández, la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, ha explicado que las familias que hayan perdido su vivienda habitual podrán recibir un máximo de 15.000 euros, frente a los 9.000 euros que recibirán los establecimientos comerciales o industriales afectados.
Solo para viviendas habituales
Las ayudas solo cubrirán daños en las viviendas habituales, pero no en segundas residencias. El máximo que recibirán los propietarios de las viviendas es de 15.000 euros en los casos de la destrucción completa de la edificación. Si los daños afectan a la estructura del domicilio recibirán 10.320 euros. En cambio, si los desperfectos se registraron en elementos comunes de una Comunidad de Propietarios, se abonará el 50% de la cantidad correspondiente a esos daños.
Las ayudas también contemplan hasta 2.580 euros por la destrucción o daños en enseres de primera necesidad, que tendrán que ser “evaluables económicamente y referidos a bienes que cuenten con la cobertura de un seguro, público o privado”.