Los embalses de las cuencas internas catalanas han bajado al 39% de su capacidad. En plena sequía, el nivel del agua ha descendido 0,75 puntos en una semana, a pesar de las lluvias que ha traído el frente atlántico a la región estos últimos días.
Los embalses están mucho más secos que el año pasado en las mismas fechas, cuando se encontraban al 76%, según la última actualización este lunes del informe del estado de los embalses de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).
Siurana, al 9%
El embalse de Darnius Boadella se encuentra al 36% de su capacidad, el de Sau al 38%, Susqueda al 44%, La Baells al 35%, La Llosa del Cavall al 301%, Sant Ponç al 61%, Foix al 77%, Siurana al 9% y Riudecanyes al 27%.
El estado de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), con una capacidad superior a los cinco hectómetros cúbicos, se sitúa en el 42%. Hace un año se hallaban a un 62% de su capacidad y hace una semana, en el 43%.
Impacto en la vendimia
Unió de Pagesos calcula que la vendimia de este año en Cataluña se saldará con al menos un 25% menos de producción que en los últimos años por culpa de la sequía. El calor ha provocado además el adelanto de la vendimia en algunas zonas a finales de julio o principios de agosto, como en las comarcas de Terra Alta.
En un comunicado, el sindicato agrícola ha concretado este lunes que, en el Alt Penedès, se están recogiendo ahora las variedades más precoces como chardonnay, pinot noir y muscat, y está a punto de empezar las de merlot, macabeo y tempranillo. En la DO Priorat, ha arrancado ya la vendimia de la uva blanca en la parte baja de la comarca, como Bellmunt y el Molar. La organización ha denunciado que algunas bodegas se resisten a subir los precios de la uva (unos 40 céntimos el kilo) pese a que el Consejo Regulador de la DO había pedido este incremento.
La mitad del grano, perdido
En la Conca de Barberà, la campaña del cereal ha descendido en más del 50% a causa de la sequía y las altas temperaturas, según han informado los productores. La campaña ha sido muy desigual, pero en conjunto, los descensos han sido pronunciados en la comarca tarraconense, una de las principales productoras de cereales de Cataluña con más de 30.000 toneladas de cebada y 23.000 de trigo el año pasado.
Las altas temperaturas han afectado de manera desigual a los campos y ha perjudicado sobre todo a las cotas más altas al estar el ciclo del crecimiento más atrasado que en las bajas. En el conjunto de Cataluña, el sindicato agrario Unió de Pagesos cuantifica en 180 millones las pérdidas del cereal por culpa de la sequía, las heladas de principios de abril y las oleadas de calor del mes de mayo.