Pese a la indignación del sector de la restauración, el Ayuntamiento de Barcelona se mantiene firme en sus planes para limitar los horarios de bares y terrazas. El consistorio ha anunciado que avanzará una hora el cierre de las terrazas en cinco plazas del distrito de Gràcia: la de Sol, Vila de Gràcia, Virreina, Revolució y Diamant, que cerrarán una hora antes todos los días de la semana durante el período veraniego --de abril a octubre cerrarán a las once de domingo a jueves y a las doce los viernes, sábados y vigilas de festivo--, mientras que el resto del año la restricción horaria solo afectará los viernes, sábados y vigilias de festivo.
Como medida para reducir el ruido y las molestias a los vecinos, el distrito de Sants también avanzará una hora el cierre de las terrazas y los establecimientos de restauración ubicados en los Jardins de la Mediterrània. Estas medidas impulsadas por los respectivos distritos, y que entrarán en vigor dentro de aproximadamente un mes, cuando finalice el plazo de alegaciones, se enmarcan en el plan de reducción de contaminación acústica en calles y plazas consideradas como Zona Acústicamente Tensionada en Horario Nocturno (ZATHN), y se suman al avance del cierre de las terrazas en las calle Enric Granados, en el Eixample, y en dos zonas de Ciutat Vella, donde los bares deberán cerrar a las dos de la madrugada --una hora antas-- y sus terrazas, a las 11 los fines de semana --dos horas antes--. También a la prohibición de abrir de noche a las tiendas 24 horas de la zona de ocio nocturno del Triángulo Golfo del Poblenou.
Afecta a 700 vecinos
En la rueda de prensa de presentación de estas acciones, el concejal de Gràcia, Eloi Badia, ha subrayado este martes que en las plazas del distrito los problemas de ruido "vienen de muy lejos", y ha admitido que en algunos casos las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes. "Se han hecho avances muy importantes", ha defendido Badia, que ha señalado que en 2016 en la plaza del Sol había 165 días al año en los que se superaba en tres decibelios los límites de ruido permitidos de noche, mientras que en el último año se han registrado 74 superaciones: "Se ha avanzado mucho, se ha reducido más de la mitad, pero aún no es suficiente", ha dicho.
En el caso de Gràcia, el concejal ha explicado que cerca de 700 vecinos se verán beneficiados por la restricción horaria de las terrazas, mientras que los establecimientos afectados serán una veintena. Para compensar esta restricción horaria, Badia también ha anunciado la autorización de dos mesas más por terraza, desde las ocho hasta el cierre, en las plazas del Sol, de la Vila y del Diamant, mientras que en la plaza de la Revolució se permitirá una mesa más por terraza durante todo el día.
Plazas tranquilas
El plan también propone otras medidas para las cinco plazas en las que se reducirán horarios, así como para las plazas Joanic y Raspall, como instalar tapones de plástico en mesas y sillas y cadenas plastificadas o reclamar a los establecimientos que tiren el vidrio en los contenedores durante el día y no por la noche. También se limitarán el número de conciertos y eventos nocturnos y continuará la campaña de sensibilización a las personas que hacen uso de la plaza sobre el ruido por ocio nocturno con cuatro promotores que recorrerán las plazas desde las nueve hasta las dos los jueves, viernes y sábados.
Con el objetivo de cambiar las dinámicas de comportamiento en estas plazas, también se llevará a cabo una reducción horaria de los establecimientos de venta de alimentos, aunque aún se está estudiando la concreción de la medida. En cuanto a la plaza Raspall, no se consolidará la terraza extraordinaria Covid que hay --la única del lugar-- porque "ha sido una constante generadora de molestias para los vecinos".
Los bares, en pie de guerra
Asimismo, en la plaza Joanic, Badia ha explicado que no se restringirá el horario de las terrazas porque el análisis de los sonómetros ha revelado que el ruido nocturno no está vinculado con la restauración. En este sentido, el concejal ha defendido que todas las medidas que está adoptando el consistorio para combatir el ruido nocturno son "muy quirúrgicas" y están adaptadas a la realidad de cada punto.
Por ello, y ante las críticas del Gremi de Restauradors de Barcelona, que ha denunciado que estas restricciones son un "ataque directo" a la restauración y ha anunciado una "judicialización masiva" contra la decisión del consistorio, Badia ha asegurado que las medidas son jurídicamente "sólidas" y tienen los precedentes de la calle Blai o la plaza d'Osca. Badia ha afirmado que "el diálogo tiene que ser permanente", pero ha enfatizado que el objetivo de estas acciones es garantizar el descanso de miles de vecinos de la ciudad. Todas las medidas anunciadas hoy se suman al Plan de plazas 2022 de Gràcia, que prevé un refuerzo de los servicios de seguridad y limpieza para pacificar el espacio público del distrito y fomentar una mejor convivencia.