La Agencia Catalana del Agua (ACA) prevé declarar la sequía en Barcelona en septiembre si no llueve, en un momento en el que los embalses se encuentran al 42% de su capacidad. 

Uno de los embalses de la Cuenca del Ebro, uno de los afluentes de la red de agua de Cataluña / EUROPA PRESS

El director del ente público, Samuel Reyes, ha explicado que la alerta afectará a la Ciudad Condal y entorno y conllevará "limitaciones" en el uso del agua, aunque no afectará a los grifos de los ciudadanos, en un primer momento. Lo ha dicho Reyes en Catalunya Ràdio, donde ha precisado que la situación entrará en vigor "a mediados o finales de septiembre" si no hay precipitaciones. 

Jardines y riego urbano

El alto cargo ha señalado que las afectaciones en las ciudades serían que se limitaría el riego de jardines a dos veces por semana, se prohibirá la limpieza de calle con mangueras y se limitará el consumo máximo diario por ciudadano a unos 250 litros, pese a que el gasto por jornada se sitúa en los 115 o 130 litros. 

Asimismo, la alerta afectará a la agricultura, ganadería e instalaciones como campos de uso. 

El grifo no, por ahora

Eso sí, los ciudadanos no notarán cambios en los grifos de sus domicilios en septiembre o octubre. El ACA garantiza el suministro por cuanto las desalinizadoras están ayudando a que el nivel de los embalses sea unos tres o cuatro puntos por encima del natural. 

En cualquier caso, desde el ACA se pide a los ciudadanos que "mejoren sus hábitos" para aumentar la eficiencia en el hogar. 

Situación mala, pero no crítica

La Agencia admite que la situación de las reservas de agua es compleja, pero no tan "crítica" como la que hubo en 2007 y 2008, cuando los embalses catalanes cayeron al 20%. En estos momentos se encuentran al 42% de su capacidad. 

Por el momento, Reyes ha precisado que treinta municipios catalanes ya sufren restricciones de agua. El abastecimiento en municipios conectados en redes supramunicipales está garantizado "por unos cuantos meses".