Este verano está siendo uno de los más sofocantes de la última década. Y ello se ha traducido en un aumento en el número de muertes provocadas por las altas temperaturas. Según el Sistema de Monitoraje de la Mortalidad Diaria (MoMo), en Cataluña han fallecido unas 180 personas en julio. En el resto de España, la cifra es superior: 2.176.
Según esa herramienta, entre el 1 y el 30 de julio de este año se han producido el doble de fallecimientos que en el mismo periodo de 2019, cuando la comunidad autónoma registró 93 defunciones relacionadas con las altas temperaturas.
Temperaturas superiores a 40 grados
Tal y como explica el Ara, el pico de sobremortalidad se produjo entre el 17 y 19 de julio, coincidiendo con el momento más duro de la ola de calor, cuando los termómetros marcaban temperaturas superiores a 40 grados. Seis comunidades autónomas han concentrado el 70% de las muertes atribuibles al calor: Madrid, Castilla y León, Andalucía, Castilla la Mancha, Extremadura y Galicia.
En los primeros siete meses de 2022, el Sistema de Monitoraje de la Mortalidad Diaria calcula que han fallecido 352 personas más de las esperadas en Cataluña y 4.090 en toda España. Asimismo, las defunciones por golpes de calor suponen sólo el 2% de los casos, según el Instituto de Salud Carlos III --como ocurrió a trabajadores municipales de Madrid--. Así pues, la mayoría de los certificados indican que el fallecimiento se debe a una descomposición metabólica.
Las cifras del MoMo no se pueden considerar oficiales hasta que pase, al menos, un mes desde su publicación, ya que suele haber retrasos en las notificaciones, por lo que esas cifras pueden variar. Sin embargo, las provisionales sirven para hacerse una idea de la evolución de la mortalidad provocada por las altas temperaturas, que se han disparado en relación a 2019 --el último que se puede tener en cuenta por las condiciones prepandemia--.