Una mujer de Barcelona controla el VIH sin ningún tipo de medicamento desde hace 15 años. Este caso excepcional de curación funcional del SIDA lo estudia el Hospital Clínic para abrir nuevas vías de investigación, orientadas a tratar de replicar los mecanismos inmunológicos de la paciente en otros infectados.
El caso, que se presenta en el Congreso de SIDA de Montreal (Canadá), se diferencia de los conocidos como pacientes de Berlín y Londres. Estos lograron la curación absoluta del virus tras un trasplante de células madre para tratar las enfermedades hematológicas que padecían.
Curación funcional
La “paciente de Barcelona”, como ha sido bautizada, logra controlar absolutamente la replicación del virus 15 años después de haber dejado el tratamiento contra el VIH. La mujer fue diagnosticada en el estadio de infección aguda, es decir, la más temprana; y fue incluida en un ensayo clínico con tratamiento antirretroviral durante nueve meses y diversas intervenciones con un inmunosupresor, la ciclosporina A.
Dicho tratamiento antirretroviral, el estándar para controlar el SIDA, es efectivo para suprimir la replicación del virus dentro del cuerpo. Bloquea la transmisión a otras personas, con lo que el paciente logra un nivel tan reducido en sangre de VIH que pasa a ser indetectable en un análisis convencional.
Investigación por el control del VIH
El jefe de la unidad de VIH del Hospital Clínic, Josep Mallolas, ha destacado que el caso de la mujer barcelonesa “es excepcional no solo porque hay muy pocas personas con control postratamiento a largo plazo, sino también por el mecanismo de control del VIH”. Este es diferente, además, al descrito hasta ahora y en otros documentos. Por lo que la paciente no tiene factores genéticos clásicos asociados con el control de la enfermedad ni virus defectuosos, dado que según los investigadores el virus tenía las condiciones idóneas para replicarse.
La novedad es que los investigadores han caracterizado las dos poblaciones de células que consiguen controlar el VIH: las células natural killer (NK), que forman parte del sistema inmune innato y constituyen la primera línea de defensa frente a diferentes patógenos; y los linfocitos T CD8+, que juegan un papel clave en la defensa de las células frente a virus y bacterias. “Comparado con otras personas, la paciente tiene niveles muy altos de estas dos poblaciones que pueden estar bloqueando el virus y destruyendo células infectadas”, ha destacado por su parte la investigadora del Grupo SIDA del IDIBAPS, Núria Climent.
El objetivo de los investigadores, en estos momentos y tras analizar el caso de la paciente barcelonesa, es descifrar con todo detalle el modelo de éxito del sistema inmunológico de la mujer. Esto supondría un salto cualitativo en el control de la gran pandemia de la segunda mitad del siglo XX.