El proyecto EVA, un estudio elaborado por seis mujeres en la Universidad de Granada (UGR) y encabezado por la investigadora del Departamento de Enfermería del centro, Laura Baena García, ha permitido identificar los cambios menstruales provocados por la vacuna contra el Covid en más de 14.000 mujeres.
El estudio, que se inició bajo la premisa de que los trastornos menstruales no se informaron como posible efecto secundario en ninguno de los ensayos clínicos de las vacunas contra el virus, aflora la falta de perspectiva de género en la investigación clínica y en la medicina en general.
Alteraciones en el ciclo
Los resultados del trabajo, publicados en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, muestran que el 78% de las participantes en el estudio aseguraron haber experimentado cambios en el ciclo menstrual después de la vacunación. Las mujeres que reportaron alteraciones en su menstruación eran --por lo general-- mayores de 35 años y ligeramente más fumadoras que el resto.
El estudio sugiere que los cambios más frecuentes entre las más de 14.000 participantes fueron un mayor sangrado menstrual, dolor y retraso en la menstruación. Respecto a la alteración en los síntomas premenstruales, los más prevalentes fueron el aumento de la fatiga, distensión abdominal, irritabilidad emocional, tristeza, dolores de cabeza y dolor en los senos. No obstante, aseguran que estos cambios suelen ser leves y reversibles.
Perspectiva de género
Olga Ocón Hernández, ginecóloga y una de las autoras del estudio, explica a Crónica Global que aunque los primeros informes de farmacovigilancia aseguraban que no existía relación entre las vacunas del Covid y la alteración de la menstruación, "en el último año ya declaran que sí es probable y animan a estudiar estos efectos". "Eso sí, continuamos animando a la vacunación como una de las mejores herramientas para la prevención", matiza.
"Del mismo modo que sabes que puedes tener fiebre o malestar tras la vacunación, también tenemos que conocer que podemos tener este tipo de síntomas y saber el alcance de los mismos y en qué momento es necesario consultar o hacer algún tipo de prueba. Esperamos que la salud menstrual de la mujer en particular y la perspectiva de género en general se tengan en cuenta en todo tipo de estudios en salud, más aún en los ensayos clínicos, como ha sido con las vacunas", asegura la investigadora.
Consenso entre los profesionales
Más allá de los estudios, las especialistas que visitan diariamente a mujeres en sus consultas confirman lo que ya es solo una suposición. La doctora Maite Cusidó, ginecóloga del grupo Quirónsalud, explica a este medio que "con bastante frecuencia" llegan mujeres a su consulta con cambios en la menstruación --sobre todo alteraciones en el ciclo, irregularidades y mayor sangrado-- especialmente después de recibir la tercera dosis de la vacuna. Coincide con ella la Dra. Marta Cararach, también especialista en ginecología del Hospital HM Sant Jodi, que asegura que durante este último año se ha encontrado con numerosas pacientes que presentaban alteraciones menstruales. En su caso, y como también sugiere el estudio, la mayoría de mujeres se encontraban en la fase perimenopáusica.
Estudios como el proyecto EVA ponen de manifiesto la necesidad de adecuar la investigación y la medicina a ambos sexos, para que todas las personas tengan la oportunidad de ser sometidas a tratamientos o intervenciones adecuadas. "Este estudio confirma que el ciclo menstrual está subrepresentado en la investigación clínica. Y se justifican estudios futuros para conocer mejor el ciclo menstrual y sus trastornos", reivindica una de las investigadoras que firman la publicación, Laura Cámara, a través de sus redes sociales.