Barcelona se ha convertido en la primera ciudad en limitar el tiempo en la terraza de un bar. En concreto, se establece media hora si las personas consumen un refresco, caña o cualquier tipo de bebida, y una hora completa si es para comer.
Algunos establecimientos de la ciudad ya han implementado esta medida con el fin de amortizar el tiempo y aprovechar el espacio de los bares y restaurantes, tan afectados durante la pandemia del coronavirus.
Pionera en esta medida
Precisamente en cuanto al espacio, muchos locales también se fijan en el número de comensales: el mínimo se establece en tres personas. Por tanto, si se va solo o acompañado de una pareja, en algunos casos no se podrá acceder a la terraza.
Bilbao es otra de las ciudades que se ha unido a esta medida y que lo manifiesta con un cartel bien claro en el exterior de sus locales: 15 minutos sentado en la terraza por un café, 25 por una cerveza, 35 por una copa y 40 por un bocadillo.