La villa medieval de Pals está situada en el Baix Empordà, en la Costa Brava, y cuenta con numerosos encantos que lo convierten en un destino perfecto para esta época estival. Este pequeño pueblo está formado por altas murallas, hermosas calles empedradas y edificios góticos de la época del medievo. Todo un viaje al pasado.
¿Qué hacer en Pals?
Además de contemplar la belleza de sus calles, es posible disfrutar de sus playas, uno de sus grandes atractivos turísticos. Gracias a su buen clima y sus amplias zonas en la costa mediterránea, Pals es un sitio ideal para disfrutar del verano.
Otro de los encantos de este pueblo es, sin duda, su historia, uno de los mayores reclamos para los visitantes. Estas murallas son testigo de la importancia que tuvo esta fortaleza medieval durante el siglo IX en todas las comarcas de la zona. Sus iglesias, góticas y románicas, sus castillos y sus palacios conformaban una de las ciudades más influyentes de la antigua Girona.
La mayoría de restaurantes cuentan con productos de proximidad que proceden de diferentes huertos y campos locales, así como del mar que bordea sus costas. Esto permite degustar una amplia variedad de platos elaborados con alimentos frescos, como frutas, verduras, carnes, pescados y mariscos. Gracias a esta gran riqueza culinaria, todas las recetas de Pals ofrecen una experiencia gastronómica sin igual. Así que probar algunos de estos ricos platos es una de las recomendaciones más interesantes para los que aún no sepan qué hacer en Pals.
Su cocina cuenta con una propia identidad de calidad y sabores únicos. Uno de los platos más tradicionales es el arroz a la cazuela, un plato muy mediterráneo. Está hecho con gamba de Palamós, butifarra dulce del Empordà y cebolla de Figueres, entre otros ingredientes.
Disfruta de las mejores playas de Pals
Pals cuenta con una amplia extensión de litoral. De hecho, tiene varias playas que reciben a miles de turistas en los meses de verano. Por ejemplo, la playa de Pals, que abarca también la playa del Grau, situada al norte, y la playa Gran, más al sur. Toda la zona costera se encuentra rodeada de bares, restaurantes y pequeñas tiendas con encanto. También de diferentes alternativas para disfrutar de las vacaciones, como actividades acuáticas, deportivas y relajantes.
En la parte del sur, cerca de la playa Gran, se encuentra la Torre Mora. Esta antigua construcción del siglo XV es, actualmente, una extensa área de recreo. Cuenta con zonas habilitadas para comer y parques infantiles para que se diviertan los más pequeños.
Las playas de Pals, de aguas cristalinas, están rodeadas de vegetación salvaje y dunas de fina arena dorada, desde donde se pueden contemplar unas maravillosas vistas a las islas Medes. La espectacular belleza de este paraje natural lo convierte en un lugar ideal para relajarse y desconectar de absolutamente todo.
Descubre la villa medieval de Pals
La villa medieval de Pals conforma buena parte del itinerario obligado de esta visita. Los lugares de mayor interés se encuentran en la parte urbana, dentro de la fortaleza amurallada.
En primer lugar, está la Casa de Cultura de Ca la Pruna, en la que se pueden encontrar diferentes exposiciones, tanto artísticas como arqueológicas de diferentes épocas. Otra de las joyas de la localidad es la plaza Major. Aquí se pueden observar el majestuoso ayuntamiento de arte gótico y la calle Major, que contiene sepulturas medievales de hace siglos.
La Torre de les Hores es otro símbolo de esta fortaleza catalana. Se trata de una torre románica de 15 metros que formó parte del patio de armas y que funcionó como campanario durante siglos. En la actualidad, este es uno de los pocos restos del antiguo castillo de Pals.
La iglesia de Sant Pere también forma parte de la memoria de Pals. Este templo religioso fue reconstruido con restos del antiguo castillo en 1478, de ahí su curiosa mezcla de estilos arquitectónicos que combinan siglos de historia.
Además, pueden visitarse las ruinas de Torre d’en Ramonet, que cuentan con una altura de ocho metros y unas preciosas vistas al complejo. Incluso es posible contemplar todo el entorno desde el mirador de Josep Pla.
Otra visita obligada es la ruta del Hospital de Pals. El camino al antiguo hospital pasa por un encantador recorrido por el paseo Arqueològic, un conjunto de hermosas calles amuralladas con gran atracción turística.
Hay muchas cosas que hacer en Pals. Sin duda, un destino perfecto para estas vacaciones de verano en la Costra Brava. Sus calles y sus edificios están llenos de historia que merece mucho la pena conocer.