Crece el sinhogarismo en Barcelona: 1.231 personas viven en la calle, 167 más que en 2021

El sinhogarismo sigue creciendo en Barcelona. Hoy por hoy, 1.231 personas viven en la calle, lo que supone 167 más que el año pasado, según la Fundación Arrels. El director de la entidad, Ferran Busquets, observa una tendencia hacia los datos de 2019, previos a la pandemia. "El 2021 fue un año con menos movimiento debido al Covid, pero ahora vemos una cierta continuidad".

En declaraciones a Crónica Global, Busquets vaticina que el número de sintecho aumentará debido a la crisis económica actual. "La crisis lleva a la pobreza y eso hará que haya más personas viviendo en la calle", añade. 

Son necesarios más recursos

El pasado 15 de junio, más de 500 voluntarios de la fundación salieron a la calle durante la noche para entrevistar a los sintecho sobre su situación. Esta cifra es el resultado de un recuento que evidencia que es necesaria "más atención social y políticas públicas” para hacer frente a esta lacra, avisan desde Arrels. 

"Es urgente que las administraciones destinen más recursos al sinhogarismo, un problema que afecta cada vez más a una gran parte de la población y que tiene que ver con el acceso a derechos tan básicos como el de vivienda, entre otros". Los voluntarios recorrieron 61 barrios de la Ciudad Condal y localizaron a buena parte de las personas que había durmiendo al raso, pero no a todos, por lo que prevén que la cifra sea todavía más elevada. 

Ciutat Vella y Eixample

En cuanto a los distritos, se ha detectado 344 personas durmiendo en las calles de Ciutat Vella, lo que supone un 28% del total. Le siguen el Eixample, con 297 personas --un 24% del total-- y Sants-Montjuïc, con 183 sintecho --15%--. Le siguen Sant Martí, Horta-Guinardó, Nou Barris, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia y Sant Andreu, que tiene la cifra más baja. 

Situación del sinhogarismo en Barcelona, por distritos / ARRELS

Según Busquets, muchas personas sin hogar se instalan en los barrios más grandes y más céntricos con gran afluencia de gente, por lo que, para ellos, es "más fácil conseguir los recursos que necesitan para sobrevivir".