Este jueves aquellos que salieron del área metropolitana de Barcelona hacia localidades del litoral catalán para celebrar la verbena de San Juan han vuelto a sufrir en sus carnes el colapso de las carreteras catalanas. En el pico de mayor afluencia, sobre las 16.15, se han registrado un total 205 kilómetros de colas.
No obstante, desde el Servei Català de Trànsit aseguran que esta cifra es un 37% menor a la de la operación salida de 2016, cuando se registraron 242 kilómetros de retenciones. Por este motivo, consideran que este San Juan se está desarrollando con una "baja siniestralidad y menos congestiones".
La AP-7 se lleva la peor parte
La AP-7 ha vuelto a registrar retenciones kilométricas en ambos sentidos, con colas de hasta 30 kilómetros en el pico de mayor afluencia. A las 20.00 de la tarde la autopista del Atlántico presentaba 13,5 kilómetros de tráfico denso en sentido norte, hacia Girona. En este tramo, además, se produjo un accidente en Gelida (Barcelona) que provocó el cierre de los tres carriles. También se registran 15 kilómetros de colas en sentido sur, hacia Tarragona.
El tramo de vía que ha presentado más retenciones ha sido el tronco central de la AP-7, desde Martorell hasta La Roca del Vallès (Barcelona). Esta vía, que ha visto incrementado su tráfico en un 40% desde el levantamiento de los peajes, es la más problemática. De hecho, en el último puente, el de la segunda pascua, registró colas de hasta 40 kilómetos. Además, este jueves también ha habido colas en las rondas de Barcelona y la autopista AP-2, observándose una movilidad hacia vías de costa pero también hacia el interior y la montaña, con retenciones en la C-16, C-17, C-32 y C-55.
El operativo especial fracasa
El Servei Català de Trànsit anunció un operativo especial para mantener la seguridad vial y garantizar un tráfico fluido, sobre todo en las localidades costeras, con motivo de la verbena de San Juan. Para evitar las ya tradicionales colas, la Generalitat decidió restringir el tráfico de camiones y establecer más de 1.000 controles de los Mossos d'Esquadra en las carreteras catalanas. No obstante, el dispositivo parece no haber sido efectivo para frenar un nuevo colapso.
Se espera que, con motivo del puente de San Juan, 450.000 vehículos abandonen entre el jueves y la mañana del viernes el área metropolitana de Barcelona hacia zonas del litoral catalán. Por el momento, ya lo han hecho 160.000, lo que supone un 35% de la cifra estimada.