Mano de hombre sosteniendo un paquete de plástico con polvo de Tina u otra sustancia / DEDMITYAY - ISTOCK

Mano de hombre sosteniendo un paquete de plástico con polvo de Tina u otra sustancia / DEDMITYAY - ISTOCK

Vida

Tina, la peligrosa droga de moda en las orgías: "Pierdes la percepción de los riesgos"

El 'chemsex', la práctica que aúna el consumo de estupefacientes con sexo, tuvo su auge durante el confinamiento en fiestas celebradas en propiedades privadas

20 junio, 2022 00:00

En los últimos años se ha popularizado entre el colectivo gay una práctica que aúna sexo y drogas. Son las conocidas como chemsex, sesiones en las que hombres homosexuales o bisexuales consumen sustancias --tanto legales, fármacos, como ilegales, drogas-- para mantener encuentros sexuales con otros, explican desde Energy Control. Estas orgías, también conocidas como chill, suelen realizarse en casas privadas, saunas y zonas de cruising y pueden alargarse durante varios días. 

En estas sesiones los participantes consumen una larga lista de sustancias. Según los datos manejados por la entidad, las más habituales en estos encuentros chemsex son el alcohol, el popper, el GHB (éxtasis líquido), fármacos antiimpotencia como la viagra, mefedrona, cocaína, mdma, y otras en menor medida como la ketamina, el cannabis y el LSD. No obstante, en los últimos años y, sobre todo, a raíz de la pandemia, la “Tina” o “T” ha desbancado a todas las demás y se ha coronado como la reina de estas reuniones. 

Se popularizó en la pandemia

“Se trata de un tipo de metanfetamina”, confirman fuentes del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. La “Tina” o “T” se presenta en forma de cristal transparente o en polvo. El consumo de esta sustancia --que estimula el sistema nervioso central-- se ha popularizado por los efectos que produce, que pueden llegar a durar ocho horas. Además de un potente estimulante, “su efecto es de activación y bienestar en dosis bajas u ocasionales”, confirman desde Energy Control. Mientras se acentúa la concentración y la atención, el sueño, la fatiga y la sensación de hambre desaparecen. Además, incrementa el deseo sexual, disminuye la inhibición y ayuda a que “las relaciones sexuales se prolonguen durante muchas horas”, confirman desde la entidad.

Perfil de un usuario de Gridr que se presenta con el 'nickname' chemsex / CEDIDA

Perfil de un usuario de Gridr que se presenta con el 'nickname' chemsex / CEDIDA

Por eso, su consumo se ha popularizado mucho entre el colectivo gay, sobre todo en grandes ciudades como Madrid y Barcelona. “Era una práctica extendida entre el colectivo en ciudades de Estados Unidos como Nueva York y Los Ángeles. En 2012 dio el salto a Reino Unido y a España llegó hace relativamente poco, unos seis años. Pero ha sido con la pandemia cuando se ha puesto de moda”, asegura una persona del colectivo. Explica que, con el cierre de las discotecas, las fiestas se trasladaron a casas privadas, donde aumentó exponencialmente el consumo de esta sustancia. Aunque hace meses que las restricciones han desaparecido, muchos jóvenes no han vuelto a salir a locales de ocio. “Se han quedado enganchados a la 'Tina' y se han convertido en adictos a este tipo de reuniones”, denuncian. 

Los efectos, devastadores

La preocupación, sobre todo en Madrid y Barcelona, es evidente. Las voces consultadas, que prefieren permanecer en el anonimato, explican que una parte del colectivo ha empezado a relacionarse solo con otras personas que, en apps de citas como Grindr o Wapo, se ofrecen para participar en sesiones en las que se consume esta sustancia. Pero los efectos de esta peligrosa moda, dicen, son devastadores. “La 'Tina' te destroza. Hay gente que ha perdido su trabajo, que se ha suicidado… es lo más parecido al crack”, aseguran. “Se fuma en una pipa y puedes estar despierto hasta tres y cuatro días”.

Captura de un perfil de Grindr que incluye iconos asociados a la Tina (caramelos) y hace referencia a la T / CEDIDA 

Captura de un perfil de Grindr que incluye iconos asociados a la Tina (caramelos) y hace referencia a la "T" / CEDIDA 

Otro de los riesgos que entraña esta práctica es que el consumo de esta sustancia aumenta la posibilidad de realizar prácticas sexuales de riesgo. “El consumo de drogas modifica la percepción de las personas y esto implica que haya una distorsión en cuanto a la valoración objetiva de los riesgos”, confirman desde Energy Control. “Puede ocurrir también que las personas se desinhiban más y se sientan con mayor capacidad, motivación o seguridad para realizar según qué conductas que no realizarían estando sobrias”, insisten . 

Prácticas de riesgo

Desde la organización aseguran que, como la percepción cambia, es posible que los participantes en estas sesiones, también conocidas como Party and Play, lleven a cabo ciertas prácticas y traspasen límites seguros --por ejemplo de dolor físico no percibido-- que pueden tener consecuencias negativas para la salud. Por tanto, “sí es cierto que el uso de drogas modifica la percepción y esto puede llevar a tomar decisiones de mayor riesgo”, confirman desde Energy Control. 

En este sentido, voces del colectivo se muestran preocupadas porque, aunque muchos de ellos toman el Prep --un medicamento para prevenir el contagio del VIH--, se exponen a otras ETS como la gonorrea, la sífilis y, ahora, también la viruela del mono. 

Aumenta la pureza

El riesgo de contraer una ETS o el virus de la viruela símica, que afecta ya a 71 personas en Cataluña, no parece un impedimento para la celebración de estas orgías. “Es continuo, las fiestas se alargan, a veces, más de 20 horas”, denuncian desde el colectivo. Esta popularidad de la que hablan se observa en los datos de los análisis de "Tina" realizados durante los últimos años desde Energy Control, que confirman un aumento del consumo de esta sustancia, con 103 detecciones en 2018, 96 en 2019, 75 en 2020 --año del confinamiento-- y un aumento hasta los 126 casos en 2021. Este año, entre enero y mayo, ya se han detectado 44 casos.

El 35% de las muestras analizadas las han recibido a través del servicio ChemSafe, que trabaja específicamente con personas que practican chemsex. En relación a la pureza de las muestras, la organización también alerta sobre un aumento paulatino, con una media de un 79% de pureza en 2022 y confirman que el número de personas que consumen únicamente metanfetamina ha ido incrementando año tras año. Sea como fuere, desde el propio colectivo LGTBI advierten sobre los riesgos de estas prácticas sexuales no seguras en las que confluyen la falta de control y del uso del preservativo.