El cuerpo de Bombers de la Generalitat está volcado en la extinción del incendio de Artesa de Segre, en la provincia de Lleida, el único de los declarados en Cataluña en los últimos días que sigue activo, hasta el punto de que este sábado hasta 70 dotaciones están trabajando para sofocarlo.
No obstante, el jefe de intervención de Bombers, Miquel López, ha descartado que el fuego pueda quedar apagado este sábado e incluso ha alertado de la entrada de viento del sur prevista para mediodía o algo más tarde, que podría complicar las tareas al modificar el comportamiento de las llamas.
Se suaviza el calor
Por este motivo, los efectivos del cuerpo tratan de atacar ahora al incendio por dos flancos antes de que aparezca esta ráfaga.
Respecto al resto de circunstancias climatológicas, las previsiones que maneja Bombers de la Generalitat apuntan a que irán a mejor, con una rebaja de las temperaturas máximas que habrían alcanzado su tope en la jornada del viernes.
Apoyo aéreo
Además de las 70 dotaciones terrestres citadas, también trabajan en las labores diez medios áreos que lanzan agua y otros tres que actúan como coordinación.
Por su parte, el delegado de la Generalitat en Lleida, Bernat Solé, ha explicado que el incendio mantiene activos dos flancos, de los que el que más preocupa es el situado en la zona oeste del terreno afectado por el incendio, ya que es el que se mantiene abierto.
Desde el cuerpo de Bombers se han reiterado los mensajes a la población que se encuentra en las cercanías para que extremen la prudencia y, especialmente, que eviten acceder a la zona perimetrada, tanto por su propia seguridad como para evitar entorpecer la labor de las dotaciones que trabajan para acabar con un fuego que ya ha afectado a unas 1.500 hectáreas.