El viento y el calor extremo complican la lucha contra el creciente fuego de Artesa

Las más de 70 dotaciones de Bomberos de la Generalitat que tratan de sofocar el incendio que desde el pasado miércoles arrasa miles de hectáreas en torno al municipio ilerdense de Artesa de Segre se enfrentan este sábado a un escenario infernal debido al entorno de temperaturas extremas, que rozarán los 40 grados, y vientos que se aproximan a los 25 kilómetros por hora. 

El cuerpo calcula que, a mediodía de este sábado, el fuego ha afectado ya a una 2.150 hectáreas de la zona --unas 1.700 hectáreas de masa forestal y otras 300 de campos de cultivo--, cerca de un 45% más que el último dato conocido, referente a última hora del viernes. Además, los bomberos descartan que se pueda estabilizar el incendio de Artesa este fin de semana, según ha asegurado el delegado del Govern en Lleida, Bernat Solé, en declaraciones ante los medios. "Hoy no podremos hablar de estabilización del fuego", ha dicho, y ha añadido que mañana domingo también será complicado hacerlo.

Inquietud meteorológica

El principal foco de inquietud entre los responsables del dispositivo articulado para extinguir el fuego es el avance por uno de los dos flancos, el situado en la zona oeste, que permanece abierto y que puede ser el más afectado por la notable racha de viento prevista para este sábado y de la que ya ha alertado a primera hora de la mañana el jefe de operaciones de Bombers, Miquel López. 

El pronóstico del servicio meteorológico Meteocat habla de que los termómetros alcanzarán temperaturas de 38 grados en la zona afectada, en el momento más caluroso del día; sin embargo, el avance de las horas tampoco suavizará demasiado las temperaturas, ya que se esperan en torno a 32 grados para las nueve de la noche.

Sin previsión de lluvias

Además, en ninguna de las zonas afectadas por el fuego hay previsión de lluvias, tormentas u otros fenómenos atmosféricos que contribuyan a reducir el riesgo de que el fuego se propague a notable velocidad. 

Esta mañana, López ha señalado que a partir de mañana se prevé un descenso de temperaturas que hará más llevaderas las labores de extinción. 

Activado el Plan Alfa

Ante estas condiciones y el riesgo de que se declaren nuevos incendios, la Generalitat ha activado en 93 municipios de 13 comarcas catalanas el nivel 3 del Plan Alfa, que implica la suspensión de todas las actividades con riesgo de incendio forestal.

En concreto, se ha activado en 4 municipios de la comarca de la Anoia (Barcelona); 5 del Alt Urgell; 4 del Urgell; 18 de les Garrigues (Lleida); 14 de la Noguera; 7 del Pallars Jussà; 6 de la Segarra; 5 del Segrià; 8 del Solsonès (Lleida); 12 del Priorat; 5 de la Ribera d'Ebre; 1 de la Terra Alta y 4 de la Conca de Barberà (Tarragona).

Llamamientos del Govern

También en la mañana del sábado, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha alertado sobre las dificultades de las labores de extinción sobrevenidas por la hostilidad de la climatología, un factor que ha unido al cansancio que padecen los efectivos de Bombers, que trabajan con denuedo desde mediados de la semana en éste y otros incendios en Cataluña, que se ha visto especialmente afectada oor esta primera oleada de fuegos forestales de la temporada estival.

Desde el Complex Central de Bombers, en Bellaterra (Barcelona), Elena ha reiterado las llamadas a la prudencia que ha realizado en los últimos días, dirigidas especialmente a los vecinos de la zona, en aras a que respeten las zonas de confinamiento y no sobrepasen los perímetros establecidos por los bomberos con el doble fin de velar por su seguridad y evitar entorpecer los trabajos de los bomberos.

Aragonès, desde las redes 

También se ha referido a esta situación el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en este caso a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que ha hecho un llamamiento a “no bajar la guardia” debido a que factores como las elevadas temperaturas incrementan el riesgo de que surjan nuevos incendios. 

Aragonès también ha puesto en valor la “lucha incansable” de los bomberos para acabar con todos los fuegos que asolan el territorio catalán, con mención especial al de Artesa de Segre.