Solidaridad vecinal en Sarrià con la mujer a la que el Ayuntamiento de Barcelona ha multado con 525 euros por poner una maceta con un limonero en la puerta de su casa sin permiso del consistorio, contraviniendo la ordenanza municipal. Este jueves, horas después de que se conociese la noticia, algunos ciudadanos realizaron una especie de procesión con otro de estos frutales por las calles del barrio, dado que el árbol de la polémica se encuentra ya en un huerto. Bailaron a su alrededor e incluso jugaron a encestar limones.
Con mucho sentido del humor, pero también con mucha crítica, los impulsores de esta protesta iniciaron su rúa en la calle Major de Sarrià. Allí comenzó la procesión del limonero, un árbol que movían en un carrito arriba y abajo mientras sonaban canciones relacionadas con los cítricos que da este frutal, como Lemon Tree y Limón y sal. Así, entre bailes, palmas y risas, los vecinos se plantaron con lo bártulos en la sede del distrito, donde siguieron con el espectáculo.
Limoncesto
En la puerta del edificio, sito en la plaza del Consell de la Vila, se improvisó un “limoncesto”, en el que algunos niños debían tirar limones a un cesto y, hecho esto, los impulsores de la procesión entraron a la sede para terminar con su acción: una vez dentro, accedieron a la audiencia pública y plantaron el limonero en el salón de plenos, ante la cara de sorpresa de Albert Batlle y de Eva Parera, concejal y presidental del distrito, respectivamente, si bien ambos encajaron la situación con humor, informa El Jardí. Y, de este modo, protestaron por lo que consideran un abuso: multar por poner un árbol en la vía pública.
Este espectáculo es la reacción de algunos vecinos de Sarrià tras conocerse que el consistorio barcelonés ha impuesto una multa a una mujer de la calle Jaume Piquet, semipeatonal, por poner un limonero en la vía pública sin permiso, una infracción “muy grave” según la Ordenanza de las Vías y los Espacios Públicos. Por este hecho, denunciado por un particular, se castigó a esta ciudadana con 1.501 euros, aunque se le aplicó una reducción del 65% por pagar de forma voluntaria. Así, solo ha abonado 525,35 euros.
Reacción política
A preguntas de este medio, el ayuntamiento explicó que la ordenanza “prohíbe” la colocación de elementos en la vía pública sin permiso municipal, aunque se abría a estudiar el caso si la afectada recurría (algo que ha dicho que no hará). Se da la circunstancia de que en esa misma calle hay mobiliario urbano en forma de macetas, pero al otro lado de la vía, y colocado allí tras un estudio de accesibilidad.
La respuesta oficial del consistorio contrasta con la reacción de la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, quien se mostró sorprendida por esta multa y anunció que estudiaría el caso. Batlle, por su parte, se ha comprometido a revisar esta ordenanza, al tiempo que ha dicho que, al tratarse de una denuncia de un particular –que argumentó que ese elemento entorpecía el paso de las personas, en especial el de aquellas con discapacidad—, había que tramitarla para no incurrir en prevaricación.