El Salón Erótico es mucho más que sexo. Tras un parón de tres años por la pandemia, el espectáculo vuelve a Barcelona, más concretamente al Pabellón Olímpico Vall d’Hebron, con una cara renovada, más feminista, más inclusiva y, sobre todo, más libre.
El evento se celebra en la ciudad condal durante cuatro días ininterrumpidos (del 16 al 19 de junio) en horario de tarde (de las cuatro de la tarde a la una de la madrugada). Según la organización de la feria, las entradas, que tienen un precio de 25 euros, se han vendido igual que cada año. En concreto, 5.000 personas han acudido al Salón durante la primera jornada, aunque se espera que el grueso del público llegue el viernes y el sábado por la tarde.
Sexo en vivo
Pero ¿qué podrán ver los asistentes aparte de sexo? Porque sí, en esta nueva edición del Salón Erótico hay mucho más que coitos y personas desnudas. Esa era precisamente la marca de identidad del evento, el motivo de rechazo de muchos a la hora de acudir o, todo lo contrario, el reclamo para atraer a los más curiosos.
Sin embargo, la gran novedad que se presenta este año es precisamente lo contrario: el sexo en vivo está reservado a un espacio exclusivo para que sean los propios asistentes los que tengan la elección de decidir si quieren verlo o no. Es lo que llaman "libertad de decisión".
No hay productoras
Mientras que dentro del recinto se encuentran los estands de productos o los escenarios con espectáculos eróticos --que no sexuales--, han habilitado una parte externa, nombrada como "Zona porno", en la que sí se practica sexo en directo. De esta manera, existe un espacio en el que se aseguran que las personas que están viendo dicha exhibición lo hacen por libre elección.
De la misma forma, los actores y actrices que se encuentran realizando los espectáculos eróticos también están allí por libre elección. Tal y como asegura el director del Salón Erótico, Duo Força, "ya no hay productoras, sino que son los propios artistas los que están contratados directamente". Así las cosas, son ellos mismos los que eligen el precio, cómo se exhiben, el tipo de show que ofrecen...
"Internet ha cambiado el sexo"
"Es por eso que vemos cuerpos no normativos, gente tatuada, con vestidos extravagantes...", asegura Força. "Por fin los artistas son libres y crean sus propios contenidos". Pero ¿a qué se debe este cambio? El directivo lo tiene claro: "Internet, las redes sociales y páginas como Only Fans han cambiado el sexo".
Al ser ellos mismos los que deciden qué contenidos subir a la red, también tienen esa capacidad de decisión para no estar atados a una productora y a sus exigencias. Con esta libertad de decisión, se da a su vez la libertad de expresión de cada artista. No se venden solamente como artistas, sino también como personas, porque ellos mismos se ponen el valor que se merecen. Así, se crea también un espectáculo libre, diverso, inclusivo y que no discrimina a ningún colectivo.
Otros puntos de interés
Pero no solamente los artistas encima del escenario tienen ese poder de decisión, sino que las personas que se encuentran en los estands también generan sus propios contenidos. Desde aplicaciones para conocer gente, pasando por innovadores juguetes eróticos, como figuras de cerámica de penes y vulvas hasta llegar a libros sobre menstruación, body painting y dick waffles.
Tampoco pasan desapercibidas las actividades formativas en las que hay más de 120 charlas para educar sobre una sexualidad positiva y libre de tabúes. Todo tiene cabida en el Salón Erótico de Barelona. Por eso es más que sexo.