La fiscalía de Barcelona solicita prisión permanente revisable para T. F. L., el ciudadano brasileño detenido en 2020 como presunto autor del asesinato de tres personas sin hogar en la Ciudad Condal.
Insiste en que el acusado actuó de forma similar en todos los casos: buscando hombres indigentes que se encontraban durmiendo en la calle y, por consiguiente, estaban en estado de “vulnerabilidad y desprotección”. Remarca, además, que ninguno de ellos pudo prever o defenderse del ataque.
Los golpeó con barras de hierro
Todos los crímenes fueron cometidos en la zona del Eixample barcelonés, “formando entre los tres lugares de los crímenes, un triángulo por la cierta proximidad existente entre ellos”. El primer crimen se produjo el 16 de abril de 2020. La fiscalía sostiene que el acusado agredió a la primera de sus víctimas “con una barra de hierro para encofrado” mientras se encontraba durmiendo en las inmediaciones del Auditorio Nacional de Cataluña, a la altura del número 150 de la calle Lepanto de Barcelona. La víctima, que sufrió un politraumatismo, falleció poco después.
El segundo asesinato se produjo tan solo dos días después, cuando agredió con un palo a la segunda víctima. Según la fiscalía “le propinó hasta seis golpes contundentes en la cabeza”, cuando este se encontraba durmiendo en la vía pública, a la altura del número 22 de la calle Caspe de Barcelona. El último crimen lo cometió 10 días después. La noche de 27 de abril, con un bastón similar al del primer asesinato, golpeó “de forma reiterada y sucesiva en la cabeza” a la víctima, causándole la muerte.
Las capacidades "alteradas de forma leve"
Aunque el escrito de la fiscalía recoge que, según los médicos forenses que lo examinaron, el acusado presentaba un trastorno de la personalidad no especificado y un trastorno grave por consumo de drogas y alcohol, estas alteraciones “afectaban de forma leve” a sus capacidades cognitivas y volitivas.
Para el acusado, que cumple prisión provisional desde su detención en abril de 2020, la fiscalía solicita prisión permanente revisable por tres delitos de asesinato con alevosía. En caso de que no se aplicara, solicita 25 años de cárcel por cada uno de los crímenes. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar con 410.000 euros a los familiares de una de las víctimas.