El festival Primavera Sound se ha despedido de Barcelona por todo lo alto hasta la edición del año que viene. Lo ha hecho, tras dos fines de semana de conciertos, con una traca de fuegos artificiales esta madrugada que ha hecho estallar a los vecinos.
Consideran que se trata de una "clara muestra de prepotencia" por parte de los organizadores, después de dos fines de semana en los que han sufrido el ruido del festival y en los que no han podido descansar por los conciertos. Denuncian, en declaraciones a EFE, que el ruido es tal que "hace vibrar las paredes" de sus casas.
Botellones, ruidos y desperdicios
La traca de esta madrugada, expresan miembros de la Plataforma Stop Concerts, ha sido la gota que ha colmado el vaso. No obstante, no es el único problema que genera el festival en el Fórum. Los vecinos denunciaron problemas de movilidad, limpieza y seguridad durante el primer fin de semana de conciertos que, dicen, no se han solucionado tampoco durante el segundo. Este año, especialmente, las aglomeraciones de gente para entrar al metro y en las paradas de autobuses lanzadera, tranvía y taxi, han alterado la vida cotidiana del barrio.
Tras los conciertos, denuncian, muchos de los asistentes a estos conciertos permanecen en las inmediaciones del recinto, generando colas ruidosas que se alargan hasta el amanecer y que se suman a los botellones. Las calles amanecen, según los vecinos, llenas de orines y desperdicios.
"Los dos o tres que siempre se quejan"
Por su parte, Gabi Ruiz, codirector del Primavera Sound, aseguró el sábado en una rueda de prensa que el festival tiene sonómetros estratégicamente colocados y que toma medidas siempre que observa un nivel del ruido excesivo. Además, este año ha cambiado la orientación de los escenarios principales para minimizar el impacto acústico y que se ha conseguido "no molestar a nadie, excepto los dos o tres que siempre se quejan".
Sin embargo, parece que esta medida no ha sido efectiva. Jordi Martí, teniente alcalde de cultura de Barcelona, ha explicado este domingo en una entrevista concedida a RAC 1 que, precisamente la disposición de los escenarios fue una de las causas de las aglomeraciones del jueves pasado, cuando se vivieron momentos de tensión, según los usuarios, por un presunto exceso de aforo. "El emplazamiento de los escenarios dificultaba el movimiento del flujo de gente", ha asegurado, a lo que se sumaba una falta de personal.