Imagen de algunos jóvenes en Barnabitas, una entidad para niños vulnerables restacada por la Fundación Pere Tarrès / BARNABITAS

Imagen de algunos jóvenes en Barnabitas, una entidad para niños vulnerables restacada por la Fundación Pere Tarrès / BARNABITAS

Vida

La Fundación Pere Tarrès rescata a una entidad para niños vulnerables en Sant Adrià del Besòs

La asociación juvenil Barnabitas cesa su actividad tras 27 años al no encontrar a nadie que pueda quedarse al mando

6 junio, 2022 00:00

Las entidades sociales no están atravesando su mejor momento. Un ejemplo de ello es el de Barnabitas, una organización que atiende a niños vulnerables de Sant Adrià del Besòs (Barcelona) y que ha disuelto su actividad tras no encontrar a nadie que pudiera quedarse al mando. Sin embargo, la Fundación Pere Tarrès ha salido a su rescate para que, tras 27 años, pudiera continuar con su labor social.

Después de un largo proceso para encontrar un cambio de relevo, la junta en bloque presentó su dimisión al considerar que había llegado el momento de “hacer un cambio generacional, donde haya nuevas iniciativas para continuar creciendo sobre el territorio, ofreciendo alternativas y servicios” al barrio de Sant Joan Baptista de esa localidad. Así lo ha explicado el hasta ahora presidente de la entidad, Juan Vizcaino

Edificio de la Fundación Pere Tarrés en Barcelona

Edificio de la Fundación Pere Tarrés en Barcelona

Niños con deficiencias socioeducativas

La asociación juvenil Barnabitas es una organización sin ánimo de lucro cuya finalidad, en un principio, era la de ofrecer actividades lúdicas las tardes del sábado. Poco a poco fue creciendo y, en 2007, el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs puso a su disposición un nuevo local que permitió ampliar la oferta educativa con nuevos proyectos como, por ejemplo, el Centro de Atención Diaria. Este es, precisamente, el que nutre a la entidad, que brinda refuerzo académico y actividades lúdico-educativas todas las tardes en horario postescolar.

La Generalitat reconoció y homologó el proyecto en 2012. Desde entonces, es un servicio que realiza una tarea preventiva, fuera del horario escolar, que "apoya, estimula y potencia la estructuración y el desarrollo de la personalidad, la socialización, la adquisición de aprendizajes básicos y el ocio", dice Vizcaino. Y, además, compensa las deficiencias socioeducativas de las personas atendidas, mayoritariamente niños de 4 a 17 años. Hasta el día de hoy, el centro atiende a más de 150 jóvenes y a sus familias, a quienes “se les da apoyo educativo y con los que se trabajan habilidades sociales y personales” mediante un proyecto educativo individual.

"Con las mismas ganas e ilusión"

Tras el trabajo realizado durante 27 años, desde la asociación se resistían a cesar su actividad sin tratar de encontrar una salida. Por eso, desde la Fundación Pere Tarrès quisieron coger el testigo y, a partir de principios de julio, seguirán “con las mismas ganas e ilusión” con el proyecto --que cambiará su nombre y pasará a ser un centro socioeducativo de la fundación--, ha manifestado su director adjunto, Rafael Ruiz de Gauna

Las únicas condiciones que pusieron desde la junta directiva fue la de "continuar con todos los servicios actuales" y mantener todos los puestos de trabajo de los educadores. Y es que Barnabitas ofrece también un aula abierta de apoyo en las tareas escolares y mejora de los hábitos de estudio; clases de lengua castellana para familias con voluntad inclusiva en la comunidad; talleres educativos familiares; actividades de ocio para los sábados; actividades de huerto entre abuelos y niños; apoyo psicológico; y herramientas para aprender sobre informática y redes sociales dirigidos a las personas mayores; entre otros servicios.    

Una de las actividades que ofrece la entidad en la construcción de huerto urbano / BARNABITAS

Una de las actividades que ofrece la entidad en la construcción de huerto urbano / BARNABITAS

Opa social a entidades socioeducativas

En declaraciones a este medio, De Gauna garantiza la continuidad de estas prestaciones. De hecho, no es la primera vez que la organización lanza una opa social a entidades socioeducativas. Ocurrió en 2021 con la Fundación Social del Raval, gestionada por una parroquia a quien ya “le venía grande” la gestión.

El tercer sector está atravesando un momento duro acrecentado por el Covid. Pero si algo ha evidenciado la pandemia es la necesidad de continuar ayudando a los más vulnerables. Por ello, garantizar que entidades como Barnabitas --aunque con otro nombre-- puedan seguir trabajando, "es un éxito como sociedad para lograr una infancia con todos sus derechos”.