El acusado de matar a un turista italiano dándole una patada en la cabeza durante una pelea en una discoteca de Lloret de Mar en 2017 ha declarado que estaba "en pánico" y que no esperaba darle a la víctima en la cabeza.

Lo ha dicho este miércoles por la tarde en la Audiencia de Girona, en la sesión del juicio dedicada a los interrogatorios de los dos acusados --él y otro chico, en su caso acusado de cómplice-- de un delito de asesinato.

"No esperaba pegarle en la cabeza"

Parte de la pelea, incluyendo la patada en la cabeza, quedó grabada en vídeo, y en el juicio no está en cuestión que los acusados son las personas que aparecen en las imágenes.

"No esperaba pegarle en la cabeza, no sabía ni donde le pegaba, estaba ciego", y ha dicho que le pegó en una reacción automática porque tuvo miedo al verse atacado por él y sus amigos, un grupo de seis chicos.

Ha contado que la pelea empezó porque uno de los chicos le pisó y empujó por la espalda: él se giró para ver quién era y entonces uno de los chicos le dio un puñetazo en el hombro, según él.

Aficionado a la lucha libre

En cambio, testigos que han declarado en el juicio han afirmado que vieron al acusado del crimen dándole un puñetazo a la víctima y tirándolo al suelo antes de darle la patada que lo mató.

A preguntas del fiscal, ha negado que le diera la patada con intención de matarlo y ha descartado, como sostienen las acusaciones, que tuviera conocimientos profesionales de lucha libre ni de artes marciales, sino que "estaba apuntado a lucha libre como hobby" y entrenaba unas dos veces por semana.

Su defensa ha destacado en el interrogatorio que el acusado tuvo oportunidades de huir tras salir de prisión preventiva, pero nunca lo intentó, y ha recordado que desde la cárcel envió una carta a la familia de la víctima disculpándose por los hechos, y durante el interrogatorio de su abogado ha reiterado las disculpas.

Cómplice

El segundo acusado en la causa, en calidad de cómplice, es un amigo del primer acusado con quien estaba de vacaciones en Lloret de Mar, y que también estuvo presente en la pelea en la discoteca.

Ha declarado que lo primero que vio de la pelea fue como "cinco o seis" chicos empujaban a su amigo, y que se acercó para intentar separarlos.

Ha dicho que no retuvo muchos detalles de la pelea, sino que la recuerda a través de las imágenes de las cámaras de seguridad que la grabaron, aunque ha reconocido que, "de reojo", vio a su amigo pegando a un chico.

El fiscal le ha preguntado si, de saber que su amigo iba a dar una patada en la cabeza a la víctima, lo hubiera intentado evitar, a lo que ha contestado: "Si supiera que va haber una pelea en esta discoteca no entraría, no me gusta las peleas. Lo habría intentado evitar".