El hombre que agredió con una catana a cuatro mossos en Moià en julio del 2020 se enfrenta ahora a 60 años de prisión. Es lo que solicita el fiscal por los cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa, otros cuadro de lesiones y uno de atentado contra la autoridad que se le imputan. En su ataque, este vecino amputó tres dedos a un agente y causó cortes en los brazos de los otros tres.
Los hechos se remontan a la tarde del 18 de julio del 2020, cuando se requirió que dos patrullas de mossos acompañaran a los trabajadores del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) que debían trasladar de forma forzosa al ahora acusado a la unidad de psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu. Una vez en el domicilio, el hombre se mostró en apariencia tranquilo, pero pidió unos minutos para vestirse, momentos que aprovechó para coger una catana con la que, sin mediar palabra, trató de agredir a los agentes.
Amputaciones y cortes
Acto seguido, volvió a la carga, siguió a los policías y utilizó su arma hasta el punto de que amputó el dedo meñique de la mano izquierda de uno de los mossos y le cortó otros dos de forma parcial, antes de fracturar el antebrazo de otro de los agentes. Los otros dos compañeros sacaron entonces sus porras, pero el agresor no se detuvo y les causó cortes en los brazos, hasta que uno de ellos sacó su arma reglamentaria para disuadir al atacante, primero, y dispararle en la muñeca, después –ante la ineficacia de los tiros al aire—, por lo que el atacante tuvo que ser intervenido en el hospital.
El acusado acumulaba un gran arsenal de catanas, cuchillos y arcos en su vivienda. Está diagnosticado de esquizofrenia paranoide. La defensa argumenta que se trata de una “persona tranquila cuando está sometida a tratamiento psiquiátrico y farmacológico”, y explicó que estos hechos se debieron a una “descompensación motivada por el confinamiento y aislamiento” derivados de la pandemia, lo que le llevó a interrumpir el tratamiento de forma voluntaria.
Indemnizaciones
Al margen de la pena de prisión, el fiscal reclama una indemnización para los agentes que oscila entre los 5.200 euros y los 75.161,85 euros, en función de las heridas causadas.
El juicio se celebrará el martes en la Audiencia de Barcelona.