“Animal Lives Matter”. Para Virtudes Azpitarte no cabe duda de que el maltrato y la experimentación animal es una aberración que no tiene ningún tipo de base ética. De ahí su equiparación entre la lucha contra la esclavitud y la defensa de los animales, que considera “el nuevo humanismo”.
Azpitarte es licenciada en Derecho y Filosofía, y registradora de la propiedad. En su libro Nietzsche y los animales. Más allá de la cultura y la justicia (Tirant lo Blanch) analiza las causas sociales, culturales y económicas del dominio y de la explotación de los animales por el hombre. “El libro busca soluciones, no es un catecismo, no es dogmático. Busco que la gente se cuestione su actitud ante los animales, si está actuando correctamente”, explica la autora. Lo hace con Nietzsche como hilo conductor, un filósofo que rechaza la supremacía del hombre sobre el animal porque “un mundo sin ellos, es un mundo que dice no a la naturaleza”.
Un gran silencio cultural
Para Azpitarte, ha habido “un gran silencio cultural y político sobre este tema. Hay muy poco escrito, y lo que hay, se ha hecho de forma rápida y mal”. Y aunque ha habido avances jurídicos en la defensa de los derechos de los animales “es necesario un cambio de mentalidad, un giro civilizatorio: ¿en serio podemos tener una vida mejor a costa del sufrimiento de un animal, del maltrato como diversión? No lo puedo concebir”.
El libro analiza el enfoque que ha dado la religión y la filosofía a esta cuestión. “En la cultura occidental, el cristianismo y el platonismo, la separación entre cuerpo y alma han hecho mucho daño, mientras que en las religiones orientales, como el budismo o el jainismo, no se reniega de la naturaleza. El hombre siempre se hace preguntas sobre sí mismo. El muro especista es cultural, supone mala fe hacia los animales. Nada prueba o justifica el supremacismo humano sobre los animales”. De ahí que la escritora proclame que la defensa de los derechos de los animales “es el nuevo humanismo. No hay derechos humanos sin derechos animales”.
El sacrificio de los cachorros Beagle
Azpitarte se muestra muy crítica contra la experimentación y los mataderos. Inevitable hablar de los cachorros Beagle sacrificados en un laboratorio contratado por la Universitat de Barcelona. “La gente debería ver y oler el sufrimiento de un animal en un matadero. La vivisección es un atentado contra el sentido de la vida, una aberración fruto de la competición de los laboratorios. ¿Qué progreso puede haber en eso? No puede ser que no haya alternativas”, afirma. Califica de “perverso” la afirmación de que muchos animales se extinguirían si no se les da una utilidad. “Eso es maldad. La persona que condena a muerte al animal se arroga su voz. Es ilegítimo”.
De ahí que, en un congreso de bioética, la experta proclamara, para sorpresa de los asistentes, que Animal lives Matter porque “al igual que en la esclavitud y el racismo, hay inmoralidad en el maltrato animal”. La autora considera que, a pesar de los avances en la legislación que protege a los animales, hay mucho camino por recorrer. “Hay que eliminar el derecho de propiedad sobre los animales. Mientras, se van poniendo parches”. Señala dos peligros en esa lucha animalista: la involución y el refinamiento en la crueldad con los animales.
Lamenta que, en el cambio climático, “las grandes víctimas sean los animales, pues condena a muerte a quienes no lo han causado”.