La Confederación Hidrológica del Ebro (CHE) y la Agencia Catalana del Agua (ACA) han abierto un expediente informativo a la central nuclear de Ascó (Tarragona) para determinar el impacto del vertido de aceite procedente de la central aparecido en el río Ebro.

El pasado lunes, una extensa mancha de un producto oleaginoso bajaba por el río Ebro desde la central nuclear de Ascó y ayer jueves la central admitió en un comunicado que el vertido procedía de sus instalaciones, al parecer de la tapa de un intercambiador de calor del sistema secundario de la unidad II de la central.

Técnicos de la nuclear, Agentes Rurales y un inspector de la Agencia Catalana del Agua, en comunicación con la Confederación Hidrográfica del Ebro, investigaban desde el lunes el origen del vertido.

Expediente sancionador

El director de la ACA, Samuel Reyes, ha explicado este viernes que la agencia ha propuesto un expediente sancionador para que la CHE, que es el organismo competente, estudie el impacto del vertido y determine la posible sanción a la central nuclear.

Según Reyes, el vertido "no ha supuesto ningún problema para las captaciones, porque no ha afectado a la calidad del abastecimiento".



Además, ha asegurado que se tardó en descubrir el origen del vertido porque este se produjo "en una máquina que estaba en desuso" y que "si se hubiera producido en un aparato que estuviera en funcionamiento, todos los sistemas automáticos lo habrían detectado", ha subrayado.