Podría ser una escena de la serie Narcos de Netflix, pero ha pasado en Cerdanyola del Vallès, a siete kilómetros de Barcelona. Un grupo de sicarios irrumpió de madrugada en el domicilio de la pareja de un hombre ejecutado a tiros en noviembre de 2021 en este municipio. La banda secuestró brevemente a la chica y la golpeó, agrediendo también a su hijo. Se cree que buscaban el "dinero" que les debía la víctima, que fue acribillada después de dejar al niño en el instituto.
Lo explican fuentes no oficiales de Mossos d'Esquadra. La policía catalana, que pilota la investigación del homicidio, rechaza aportar datos de unas pesquisas que están bajo secreto de actuaciones. Pero lo cierto es que hay novedades en un caso que conmovió a la población, y no son positivas. Un grupo de sicarios se coló de madrugada en la casa --pese a que se han instalado cámaras de seguridad desde el crimen de noviembre-- buscando, indican los agentes, "el dinero" que les debía el hombre al que mataron.
Agreden y retienen a la mujer y al hijo
Los intrusos actuaron sobre las tres de la madrugada y no tenían buenas intenciones. Penetraron por una de las dos alturas de la vivienda y cogieron primero al hijo de la pareja, que es adolescente. Lo inmovilizaron y golpearon pese a su corta edad. Tras ello, lo llevaron ante la madre, que dormía en otra habitación.
Sin solución de continuidad ataron también a la mujer, juntándola con el menor. Fuentes cercanas a la investigación, que pilota el Área de Investigación Criminal (AIC) de la Región Metropolitana Norte de los Mossos, indican que los asaltantes le exigieron a ella que les revelara "dónde está el dinero". Ese efectivo podría guardar alguna relación con algún tipo de deuda u obligación contraída por el hombre ejecutado a sangre fría en 2021.
Los vecinos la salvan
La dantesca escena terminó con los sicarios huyendo del piso, no sin antes llevarse objetos de valor de la propiedad, incluidos efectos personales del adolescente. No encontraron "el dinero" perseguido. Por su parte, mujer e hijo, tuvieron que abrir la puerta del domicilio y acudir a casa de un vecino. Golpearon la entrada como pudieron, pues continuaban atados. El residente les abrió y se encontró con la escena.
Ambos se encuentran bien, aunque lesionados y en franca zozobra desde el episodio criminal. Los mismos interlocutores admiten que la familia quiere abandonar España y regresar al país natal de ella, aunque, por ahora, deben quedarse en la zona porque se les considera primordiales para la investigación del asesinato de noviembre.
Protección policial
¿Qué dice de forma oficial la policía catalana? A preguntas de este medio, un portavoz ha indicado que el tiroteo de siete meses atrás en Cerdanyola está bajo investigación. "No consta" el nuevo incidente de mayo, aunque añade una coletilla. Si constara, "no se podría comunicar" a la prensa por las pesquisas que siguen en curso. Una segunda fuente policial sí ha confirmado el secuestro exprés de la mujer y menor y lamenta que haya tenido lugar pese al blindaje de la casa donde residen.
El domicilio familiar presenta ahora cámaras de seguridad. La policía catalana también ha intensificado el patrullaje por la zona, sobre todo de madrugada para evitar nuevos ataques.
¿Por qué lo ejecutaron?
Este segundo incidente en la tranquila localidad de Cerdanyola ha perturbado la paz en el municipio, una urbe colindante con la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Vecinos del lugar que prefieren permanecer en el anonimato alertan de que se sienten "consternados" por la ejecución a tiros de noviembre --que, como avanzó este medio, tuvo lugar tras tender una trampa a la víctima para abatirlo-- así como por este nuevo incidente con su familia.
"Es inconcebible que le tiendan una emboscada a sangre fría a un chico tan majo como Oscar y lo maten de cuatro tiros. Y ahora esto con su familia. Están destrozados", declaran. Más allá de sus miedos, un pequeño ramo de flores y un mensaje dedicado a "papá" recuerdan al mecánico en el lugar donde fue asesinado.
Cuatro tiros por la mañana
Oscar, un mecánico de Cerdanyola, fue abatido con frialdad criminal la mañana del 30 de noviembre de 2021. Los presuntos autores esperaron a que dejara a su hijo en el colegio y a que tomara café en La Cepa de Oro, un bar cercano al que acudía regularmente. Aguardaron a que la víctima fuera a coger su coche, pero no pudo hacerlo, pues le habían pinchado las cuatro ruedas.
Optó entonces por caminar hasta su lugar de trabajo, pero los asalantes se acercaron a él y le descerrajaron cuatro balazos. Murió en el acto. Tras ello, y como explicó este medio, el entorno de los supuestos asesinos amenazó a su mujer y a su hijo. Ahora, los han asaltado. Ello alimenta la teoría de que el crimen fue perpetrado por una banda criminal internacional relacionada con el narcotráfico. La misma causa que otro crimen mimético que tuvo lugar diez días antes: la ejecución con arma de fuego de Valentín Moreno, el asesino de la Vila Olímpica, en el Besòs. Como reveló este medio, el tiroteo pudo tener que ver con el control de la marihuana en la Zona Franca de Barcelona. En el caso de Cerdanyola, lo establecido es que la víctima había trabajado en Neumàtics Poli, empleo que dejó para entrar en el negocio de los coches de importación a Centroeuropa. La investigación de los Mossos d'Esquadra deberá arrojar más luz sobre lo que ocurrió.