El alcalde de Cabrera d’Anoia, Jaume Gorrea (ERC), se resiste a dejar su cargo pese a la condena de cinco años de inhabilitación que pesa sobre él por adjudicar de manera irregular unas obras en 2011.
En un pleno municipal solicitado por la oposición (PSC-CP), que tenía como objetivo iniciar un trámite para su sustitución, Gorrea ha dejado claro que no entregará el bastón de mando mientras la sentencia por prevaricación no sea firme.
Inhabilitado para ocupar un cargo público
Gorrea fue condenado por el Juzgado número 16 de Barcelona a cinco años de inhabilitación especial para ocupar un cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo. Sin embargo, el todavía alcalde se niega a ceder su asiento hasta que la sentencia sea firme y considera que “tiene todos sus derechos intactos”.
Argumentando que el primer punto del pleno --que tenía como objetivo relevarlo de su cargo-- no tenía cabida, el alcalde dio por finalizada la sesión. Además, aseguró que la condena “no es de cinco años, sino de cuatro”.
"Una sentencia desfasada"
“Cuando se presenta un pleno es importante contar con acuerdos, y en este no se ha hecho”, se quejó al inicio de la sesión. Salus Monteagudo, regidor de la oposición por el PSC, defendió alegando que el motivo del pleno no era otro que informar a los vecinos para que “tengan conocimiento de la sentencia impuesta al alcalde”. Estas palabras molestaron a Gorrea, que incidió en que además de ser “una sentencia desfasada, ya todo el mundo la conocía”.
La sentencia por prevaricación se debe a la adjudicación irregular de unas obras de saneamiento en el camino que une Caneletes y Sant Jaume Sesoliveres, cuyo coste ascendía a 200.000 euros. Aunque este importe requería de la aprobación del pleno municipal, el alcalde presentó ante la justicia actas de sesiones con acuerdos que no se habían producido. Por estos hechos, los tribunales lo ha condenado a cinco años de inhabilitación.