Barcelona veta la celebración de San Juan en la Barceloneta por exceso de turistas

El barrio de la Barceloneta no tendrá verbena de San Juan. Así se lo ha comunicado David Pequeño, consejero portavoz del Ayuntamiento de Barcelona, a los vecinos. La explicación dada desde el consistorio es que ya hay demasiadas fiestas de turistas en la ciudad durante todo el año que ocasionan molestias a los vecinos, por lo que prefieren evitar nuevas celebraciones en la vía pública.   

Según ha podido saber este medio, han confirmado también que, de cara a las próximas fiestas mayores, tampoco otorgarán los permisos necesarios para que los vecinos del barrio puedan realizar actividades nocturnas en la calle. Los vecinos se quejan de que, mientras los visitantes celebran fiestas en pisos turísticos ilegales con total impunidad, ellos no pueden disfrutar de las actividades gratuitas que tradicionalmente se organizan en las calles del barrio.  

“Lleno de turistas”

“Parece que lo que molesta al vecindario son las fiestas mayores, y no las borracheras, las meadas y cagadas, los gritos, las peleas, los botellones, la música hasta altas horas de la madrugadas, las despedidas de soltero…”, se queja uno de los vecinos con tono irónico. Por eso, asegura, tratarán de conseguir que las fiestas mayores y la verbena de San Juan se celebren con normalidad, “como siempre se han hecho”, en las calles del barrio con vecinos y amigos.

Otros vecinos comparten la medida propuesta por el consistorio. Hartos de un barrio “lleno de turistas”, piden ser especialmente cuidadosos durante la verbena de San Juan. Una cosa, dicen, es que los vecinos bajen a cenar juntos a la calle, pero otra muy distinta es que se quiera hacer una verbena con disyóquei y una barra con bebida accesible para todo el mundo. Consideran que este plan solo empeorará la situación que viven a diario y remarcan que desde el ayuntamiento se les ha ofrecido como alternativa realizar una verbena solo para vecinos en otro emplazamiento.

Turismo descontrolado

Sin embargo, parte del vecindario se siente agraviado por un turismo descontrolado. “No podemos ni queremos controlar el acceso constante de turistas, botellones, bares, terrazas, playas…”, remarcan.

La única solución, por el momento, pasa por celebrar San Juan fuera del barrio o, directamente, no hacerlo.