Abusó de su amiga de 18 años aprovechando que dormían juntos y que ella había bebido. Unos hechos que la Audiencia de Girona ha condenado con dos años de prisión.

El Código Penal castiga los abusos sexuales con penas de cárcel de uno a tres años, que se agravan a entre cuatro y diez años cuando se accede a la vagina, como hizo el condenado.

El alcohol, un atenuante

Sin embargo, y pese a aprovechar que la víctima había bebido, el acusado también estaba ebrio cuando cometió la agresión. Una circunstancia que se considera atenuante, de modo que los ocho años de pena a los que se enfrentaba se han quedado solamente en dos.

El agresor, que ahora tiene 21 años, y la víctima salieron juntos de fiesta en septiembre de 2019. Fueron a un piso de estudiantes de Girona, en la calle Emili Grahit, donde ambos bebieron.

El tirbunal cree a la víctima

Durmieron juntos, ya que tenían "una buena relación de confianza". Ella aseguró que apenas podía mantenerse en pie y que cuando estaba a punto de dormir él aprovechó su estado para tocarle la vagina.

Ella propinó un movimiento brusco para deshacerse de él, que empezó a decir que iba muy borracho. El mes pasado, durante el juicio, alegó que no ocurrió nada esa noche y que ella sentía angustia porque no se acordaba de nada. El tribunal no le ha dado ninguna credibilidad y ha subrayado que la versión de la víctima es coherente, espontánea y sincera.