La Audiencia de Barcelona ha condenado a prisión permanente revisable a un hombre por matar a su expareja en Vic (Barcelona) en 2019. El acusado agredió sexualmente a la víctima y posteriormente la asfixió hasta la muerte.
El acusado y la víctima habían mantenido una relación de pareja durante varios años y tenían un hijo en común. Poco antes de octubre de 2019 terminaron la relación.
Agresión sexual y asfixia
La magistrada considera probado que el acusado se encontraba en el domicilio con la víctima y “aprovechando su estado de semiinconsciencia por el estado importante de embriaguez que presentaba y sin que la misma pudiera exteriorizar su consentimiento”, la agredió sexualmente.
Una vez dormida, “con la intención de acabar con su vida, colocó sus manos alrededor del cuello de la víctima y presionó impidiéndole respirar, causándole de este modo una insuficiencia respiratoria con edema pulmonar y una asfixia mecánica que acabó con su vida".
No pudo defenderse
Según figura en la sentencia, el acusado “llevó a cabo ataque de forma súbita", y que a causa del estado en el que se encontraba la víctima, ella no pudo ofrecer resistencia ni oposición a la agresión.
La magistrada lo ha condenado a prisión permanente revisable, así como a siete años de prisión por un delito de abuso sexual con penetración con agravante de parentesco. También le ha impuesto la privación de la patria potestad de su hijo, la prohibición de acercarse o comunicarse con familiares durante 10 años y una indemnización de 800.000 euros.