La Audiencia de Girona ha condenado a siete años y medio de prisión al acusado de intentar matar a su compañera de piso en Palamós asestándole 30 puñaladas. La sentencia concluye que el ahora condenado atacó a la víctima sin que esta tuviera ninguna posibilidad de defenderse y que lo hizo con ensañamiento.
El tribunal lo ha condenado por un delito de asesinato en grado de tentativa, aunque le ha aplicado un atenuante por haber confesado el crimen –él mismo se entregó a los Mossos—y de reparación del daño por haber abonado ya la indemnización. “Le provocó un gran número de lesiones en prácticamente la totalidad de la anatomía corporal, algunas especialmente dolorosas e innecesarias”.
Se ensañó con la víctima
El individuo y la víctima compartían piso en la calle Dues Palmeres de Palamós. El 10 de junio de 2020, sobre las once de la noche, los compañeros de piso se enzarzaron en una fuerte discusión. La disputa estalló después de que la víctima le recriminara que no hubiera lavado un plato en el que se había preparado una ensalada y que quisiera salir a la calle en pleno confinamiento.
La discusión, relata la sentencia, subió de intensidad y la víctima amenazó con denunciarlo a los Mossos d’Esquadra. Él reaccionó propinándole un puñetazo en el estómago, que la hizo caer sobre el reposabrazos del sofá. Posteriormente, “por sorpresa y de manera inesperada”, le asestó 30 puñaladas con una navaja mientras la víctima le suplicaba que parara.
Se mantuvo impasible
La Audiencia ha acreditado que, en un determinado momento, la víctima pronunció: “Cariño, para”, lo que hizo que él desistiera durante unos segundos. No obstante, la siguió acuchillando mientras ella intentaba huir del piso. En total, la sentencia concluye que “le infligió al menos 30 puñaladas, con el propósito de aumentar el dolor físico y psíquico de la víctima”. Después, lazó la navaja por la ventana.
La mujer, que pudo salir al descansillo, fue auxiliada por los vecinos mientras que él acudió a la comisaría de los Mossos d’Esquadra de la Bisbal, donde se entregó. Sin embargo, el auto mantiene que no ayudó a la mujer y que se mantuvo “impasible”, pese a que pidió a los vecinos, antes de irse del lugar, que llamaran a una ambulancia.
Podría haberle causado la muerte
La sentencia concluye que el brutal ataque podría haber causado la muerte de la mujer, si no hubiera sido por la rápida actuación de una vecina que, siguiendo las indicaciones del 112, consiguió cortar la hemorragia que presentaba en el abdomen, evitando que se desangrara.
La fiscalía pedía para él 12 años de prisión, mientras que la acusación particular solicitaba los 16 años. La defensa del acusado solicitaba la libre absolución alegando alteraciones psiquiátricas. Finalmente, el tribunal lo ha condenado a siete años de prisión y a cinco de libertad vigilada. Asimismo, le impone una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima y la imposibilidad de comunicarse con ella durante los próximos 10 años.