El Sindicato de Vivienda ha okuado la antigua escuela Menéndez y Pelayo de Mataró para evitar su derribo. El centro se encuentra entre las calles Rocafonda y Alarcón, y ha sido allanado por el colectivo para convertirlo en un espacio “bajo control popular que se pondrá al servicio de los mataronenses”.
El edificio sufre problemas estructurales y de salubridad. Por ello, desde el ayuntamiento de la capital del Maresme tenían previsto derribarlo para convertir el solar en plazas de aparcamiento.
Distintos usos desde 2011
El colegio cerró sus puertas en 2011 y, desde entonces, el espacio se había utilizado para varias cosas. Entre ellas, para una escuela municipal de música. La gran parte del tiempo ha estado vacía y, de hecho, un trozo de la superficie ya se habilitó en 2020 como párking.
La intención del consistorio era derribar el edificio, aunque sus planes pueden verse afectados por esta okupación. En un comunicado, el Sindicato de Vivienda ha recordado que la infraestructura lleva “más de cuatro años cerrada y abandonada”, por eso la han “liberado”. Así pues, el inmueble pasa a llamarse La Teixidora y el colectivo lo define como un espacio de “lucha, solidaridad y apoyo mutuo”.
Se usará para dar clases en catalán y árabe
Pretende que sea un lugar donde los vecinos luchen contra la “pobreza cronificada, la emergencia habitacional, la falta de equipamientos municipales, colapso e inoperancia de algunos servicios públicos”. Quieren hacer clases en catalán y árabe, espacios de repaso y actividades extraescolares para los más pequeños, un banco de alimentos, espacio de intercambio de ropa, talleres de arte y cultura y un gimnasio popular.
Desde el sindicato exigen al equipo de gobierno que se pronuncie sobre esta propuesta.