Las guarderías de Barcelona abrirán sus puertas el 12 de septiembre y las cerrarán el 15 de julio. Esta la propuesta que se ha pactado en la reunión que han mantenido los cinco portavoces de los sindicatos representativos de esta etapa educativa y el Instituto Municipal de Educación de Barcelona (IMEB) esta mañana. Según los participantes, la moratoria de un año en el avance de la vuelta a clase se ha aceptado por todas las partes. Ahora, se estudiarán las alternativas burocráticas para aplicarla.
Aunque la decisión aún debe firmarse de forma oficial --se prevé un segundo encuentro para principios de la próxima semana--, el consistorio liderado por Ada Colau se abre a retrasar un curso la entrada en vigor del nuevo calendario. Se dota de este modo de más tiempo para negociar el convenio laboral de los trabajadores de los jardines de infancia, que verán alteradas sus condiciones de trabajo con el avance de la vuelta al cole. Así pues, desde el ayuntamiento se tienen en cuenta las recomendaciones del Consejo Escolar de Cataluña, el organismo que pidió esperar un curso para poder organizar y planificar mejor la vuelta a las aulas. Se desmarcan de la decisión del conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, de adelantar las clases al 5 de septiembre en infantil y primaria, y al 7 en secundaria sin negociación.
Próximas reuniones
Aunque con cautela, los sindicatos consultados por este medio celebran la decisión del IMEB, que les ha emplazado a más reuniones para proseguir con la negociación de su convenio laboral. La decisión del titular de Educación enfadó también a las guarderías que pertenecen al Ayuntamiento de Barcelona porque avanzar las clases rompe con la tradición de que jardines de infancia y colegios abran las puertas el mismo día, normalmente tras la Diada del 11 de septiembre. Desde la parte social lamentan que el republicano no aceptase la moratoria de un año; una fórmula que les hubiese permitido organizarse con más margen. Ese fue uno de los puntos polémicos que llevó a la comunidad educativa a convocar una huelga de cinco días.
Como avanzó este medio, la propuesta inicial del consistorio era empezar el curso el 7 de septiembre, pero los sindicatos lo rechazaron por el poco tiempo que tendrían para organizar, teniendo en cuenta que el curso finaliza el 15 de julio. Sólo hubiesen contado con cuatro días para preparar las clases para el nuevo curso, un tiempo “insuficiente”.
Negociar el convenio laboral
Así pues, la moratoria de un año que estudiará el IMEB permitirá a los empleados de las escoles bressol negociar su convenio laboral, que explicita que deben compensar unos días de fiesta a principios de septiembre. Si el curso comienza antes, deberán ver cómo recuperan esas jornadas. Pero será a partir del año que viene cuando entre en vigor.
“Entendemos que el curso deba empezar antes, pero nosotros también tenemos un calendario laboral”, advertían, por lo que celebran que se pueda negociar con calma.