Fue un Sant Jordi de celebración tras dos años de pandemia pero también inclemente por lo meteorológico. El Ayuntamiento de Barcelona se ha mostrado dispuesto a abordar con el sector editorial los efectos de la lluvia en la jornada de ayer, que ocasionó algunos incidentes como la caída de algunas de las casetas.
El teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, ha empleado las redes sociales para mostrar el agradecimiento a los gremios de libreros y editores por el esfuerzo desplegado en los últimos días y ha anunciado que se pondrán a trabajar para abordar los efectos que la lluvia provocó en el acto del Día del Libro.
Reuniones con los gremios
"Buscaremos soluciones para que el agua no se lleve la alegría recuperada de este Sant Jordi”, ha señalado Martí, en referencia a las dificultades meteorológicas en las que se vio envuelta la celebración, que incluyeron una espectacular tormenta de granizo.
Martí no ha especificado si se trata simplemente de una evaluación de posibles daños o de estudiar medidas para próximas ediciones. Lo que sí ha adelantado es la celebración de reuniones con colectivos como el Gremi d'Editors de Catalunya, el Gremi de Llibreters de Catalunya el Gremi de Llibreters de Vell de Catalunya.
Sin restricciones tras dos años
Este sábado se ha celebrado el primer Sant Jordi sin restricciones desde 2019 debido a la incidencia de la pandemia del coronavirus. La edición de 2020 tuvo que celebrarse de forma virtual dado que apenas un mes antes se había declarado el primero de los estados de alarma que afectó a toda España y que incluía una férrea reclusión de los ciudadanos en sus domicilios.
El pasado año Sant Jordi pudo celebrarse en su fecha y de forma presencial aunque con espacios más acotados que de costumbre y con restricciones de aforo por motivos de seguridad.