El asesino de 'Scream' planeó matar durante días

Este miércoles se ha celebrado en la sección número 8 del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) el juicio contra R. B., el hombre que la noche del 14 de octubre de 2020 apuñaló a una joven en Cerdanyola del Vallès ataviado con un mono azul y una máscara de la película de terror Scream. 

El acusado, que ha acudido a la vista con los ojos maquillados de negro, ha reconocido ante el juez que acuchilló en el abdomen a una joven desconocida mientras esta se encontraba paseando a su perro en una zona boscosa. 

Escenificó una escena de terror

La víctima, que se ha sentado al lado del hombre que planeó su muerte durante días y que se surtió de disfraces y caretas en una tienda de Mataró para escenificar una escena de terror, lo ha reconocido. "Sí, es él", ha declarado con rotundidad mientras ambos se miraban fijamente a los ojos, lo que ha provocado una mueca de risa en el procesado.

El agente de los Mossos d'Esquadra que efectuó la detención de este sujeto --y que ha declarado en calidad de testigo-- ha narrado que después del ataque, a unos 700 metros del lugar en el que la víctima fue apuñalada, los investigadores encontraron una máscara de la película Scream, ropa y un ticket de compra. Fue esta factura la que los llevó a una tienda de Mataró, donde descubrieron que los artículos habían sido abonados con una tarjeta de crédito. Este número, junto con una rueda de reconocimiento, permitió identificar al sujeto. El acusado fue arrestado en el portal de su domicilio, cuando entraba acompañado por su familia. Su esposa confirmó a los agentes que la noche de los hechos regresó a casa de madrugada, sin su ropa y vistiendo un mono azul. 

Nueve años de prisión

Ante las evidencias expuestas en la Sala, las partes han llegado a un acuerdo de conformidad. El Ministerio Fiscal, que inicialmente solicitaba para él una pena de 14 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, ha rebajado la petición hasta los nueve. Asimismo ha solicitado para él una inhabilitación especial y seis años de libertad vigilada. 

La acusación particular se ha adscrito a la petición del fiscal y ha solicitado, además, una indemnización de 23.000 euros para la víctima en concepto de responsabilidad civil. Por su parte, la defensa del acusado se ha adherido a lo solicitado por la fiscalía.